1. Mariposa, la reina del gasto calórico
Entre los cuatro estilos más tradicionales de natación que existen, la mariposa es, sin lugar a dudas, uno de los que más destaca en términos de gasto energético.
Este tipo de nado es un auténtico desafío para el nadador, ya que implica llevar los brazos simultáneamente por encima de la superficie del agua y, una vez en esta posición, el siguiente paso es traerlos hacia atrás a lo largo de la brazada.
Durante la realización de esta técnica, los movimientos de las piernas deben realizarse de arriba hacia abajo, haciendo ondulaciones.
No se puede negar que entre todos los tipos de nado, la mariposa es una disciplina de lo más exigente y mucho más practicada por nadadores profesionales y experimentados que por principiantes.
En un entrenamiento de 30 minutos, la mariposa quema de media 380 kilocalorías. Al utilizar la parte inferior del cuerpo estamos activando, también, los cuádriceps, los isquiotibiales y, por supuesto, los gemelos. Por lo tanto, este movimiento es idóneo para fortalecer tanto los músculos pectorales como los bíceps y los abdominales.
Aún así, no podemos dejar de mencionar la gran participación que tienen los músculos de la espalda, los hombros y el trapecio.
En definitiva, la mariposa es considerada el movimiento estrella dentro de la natación y se ha ganado la primera posición por delante de todos los demás estilos de este deporte acuático, hablando en términos de gasto energético. Recuerda, siempre que puedas practicarla correctamente y con el tiempo tu entrenamiento bajo el agua será mucho más eficiente y la recuperación muscular será mucho más rápida.