Papel de los carbohidratos en la nutrición deportiva
A veces tendemos a demonizar los carbohidratos, como si realmente fueran enemigos de una dieta saludable. Pero si en tu caso practicas deporte con cierta frecuencia, los hidratos de carbono no solo no son un problema, sino que son tu principal fuente de energía. Es decir, que sin ellos tanto tus músculos como tu cerebro no van a ser capaces de rendir al máximo.
Cuando corres, pedaleas, nadas o entrenas fuerza, tu cuerpo utiliza de forma constante glucógeno o, lo que es lo mismo, los carbohidratos almacenados en músculos e hígados. Digamos que son nuestra gasolina para poder movernos y ser capaces de hacer frente a la intensidad de nuestros entrenamientos. Cuando más intenso o prolongado sea el esfuerzo, más importante será mantener unas reservas óptimas en tu cuerpo. Por ello, es importante entender qué los carbohidratos son la fuente energética más rápida y eficiente para todo el cuerpo humano. Cuando uno los consume, se transforman en glucosa, que pasa a su vez al torrente sanguíneo hasta llegar a las células musculares para aportar y generar esa energía de forma inmediata.
Si esto nos lo llevamos al contexto deportivo, veremos que este proceso tiene un papel decisivo en varios aspectos importantes: la energía durante el esfuerzo, la recuperación muscular y la función cognitiva y la concentración.
Durante tu sesión de entrenamiento, especialmente si los ejercicios son de alta intensidad, tu cuerpo dependerá casi en exclusiva del glucógeno muscular. Si tus reservas se agotan, llega ese temido bajón energético o, como lo llaman en ciclismo y running, bonk. Por eso, es muy importante ser capaces de mantener una disponibilidad constante de glucosa para así sostener este rendimiento.
Ahora, después del ejercicio, también las reservas de glucógeno deben reponerse. Este proceso de “recarga” es crucial para así poder favorecer esa recuperación muscular y estar más que preparado para tu siguiente entrenamiento. En este caso, se recomienda ingerir carbohidratos junto con proteínas en la ventana metabólica de las dos horas posteriores al esfuerzo, para así maximizar la síntesis de glucógeno y reparar tus fibras musculares.
Pero ojo, no solo tus músculos necesitan glucosa, también tu cerebro. Un deportista con niveles bajos de glucosa puede llegar a experimentar pérdida de concentración, reflejos lentos o incluso falta de coordinación. En deportes técnicos como de larga duración, mantener un aporte adecuado de carbohidratos ayuda a conservar la claridad mental y la precisión de los movimientos.
Antes o durante el ejercicio, lo ideal es consumir carbohidratos simples con una absorción rápida como puede ser un plátano o una bebida isotónica antes de salir a correr. Mientras que los complejos, de absorción más lenta y liberación prolongada, ayudan a mantener estables tus niveles de glucosa, evitando así picos y bajones. Te recomendamos su ingesta en comidas previas al entrenamiento o en tu alimentación diaria como deportista.