Consejos para hacer el Camino de Santiago

Consejos para hacer el Camino de Santiago

¿Estás pensando en hacer el Camino de Santiago? Te proporcionamos una serie de consejos para que disfrutes al máximo de uno de los viajes más enriquecedores que puedes hacer.

En los últimos años, el número de peregrinos que acuden al Camino de Santiago ha crecido exponencialmente. En 2023, más de 440.000 peregrinos recogieron la Compostela tras su llegada a la capital gallega. Un año de récord que supera con creces el histórico de 2022 cuando se superaron ya las 430.000 credenciales. Otro hito histórico para este mágico camino.

En total, el año pasado recibieron su certificado miles de peregrinos procedentes de 185 países de todo el mundo. El grueso del turismo extranjero llegó desde Portugal, Francia y Alemania, aunque también llegaron viajeros de destinos más lejanos como Estados Unidos o Corea del Sur. Sin olvidarnos, por supuesto, de todos los peregrinos autóctonos de nuestro país.

No es casualidad que cada vez más personas quieran descubrir la increíble aventura que propone el Camino. Adentrarte en esta experiencia te llevará a hacer un bonito viaje de introspección con mucho tiempo para dejar la mente en blanco y liberar tus preocupaciones. Pero no solo eso, a lo largo de cada etapa podrás disfrutar de un entorno natural idílico rodeado de valles, ríos, bosques, montañas y todo tipo de paisajes.

Si este año has decidido que tú también quieres formar parte de la historia del Camino, toma nota porque desde aquí te vamos a ayudar a que puedas cumplir con creces tu sueño. Te explicaremos qué camino hacer, el presupuesto estimativo que tendrás que gastarte cada día, dónde dormir, consejos para hacer el Camino tanto solo como acompañado, cómo prepararte para esta increíble aventura, qué no puede faltar en tu mochila y muchas otras cosas más que no puedes pasar por alto. ¡Qué comience la magia del Camino!

Qué camino hacer

Una de las grandes preguntas que todo peregrino se hace al planificar su viaje por primera vez es qué camino desea y/o quiere realizar. Como tú ya formas parte de esta gran familia, lo primero que debes saber es que hay un total de 256 caminos diferentes señalizados en Europa y clasificados como Itinerario Cultural Europeo. Lo que equivale, ni más ni menos, que unos 80.000 kilómetros de Camino de Santiago. ¡No te asustes! Porque es obvio que no tendrás que completar todos estos kilómetros para poder conseguir la tan ansiada Compostela. Más adelante hablaremos sobre ella y estarás muy entusiasmado de poder conseguirla. ¡Te lo aseguramos!

Francia, Alemania y España son los países con más diversidad de caminos y, por lo tanto, más kilómetros hasta llegar a la mismísima puerta de la Catedral de Santiago de Compostela. Al ser tu primera vez, te recomendamos que escojas la ruta que mejor se encuentra señalizada y que dispone de mayores infraestructuras/servicios a lo largo de esta aventura. Hablamos del Camino Francés, la ruta predilecta por gran parte de los peregrinos, en especial sus 100 últimos kilómetros que se inician desde Sarria. Los kilómetros que escogen buena parte de los peregrinos de todo el mundo para vivir esta experiencia tanto solos como acompañados.

Kilómetro a kilómetro: así es la señalización del Camino

Si por algo se caracteriza el Camino de Santiago es por lo bien señalizado que se encuentran cada una de sus rutas. En cada ruta podrás ver claramente diversas marcas y señales que deberás seguir, y te guiarán hasta tu destino final. Desde las famosas flechas amarillas hasta multitud de paneles informativos, placas de cerámica, señales metálicas y otras muchas flechas que nos irán indicando que vamos por buen camino. Nunca mejor dicho.

Además, a modo de spoiler te diremos que existe otro tipo de señalización que te empujará a que cada día desees andar más y más kilómetros hasta Santiago. Unos pequeños montoncitos de piedras y cruces que los mismos peregrinos van dejando a cada paso que dan. Una pequeña señal que tú también dejarás cuando empieces tu aventura.

amigos haciendo el camino de santiago

Desde el inicio hasta Santiago: cuántos kilómetros hacer al día

Tan importante es elegir bien la ruta como organizar el número de kilómetros que vamos a realizar a lo largo de cada jornada. Aquí, no existe ni una distancia mínima ni una máxima, más bien la que uno esté capacitado para llevar a cabo día tras día disfrutando de las vistas, los compañeros de viaje, los pueblos y de todo lo que engloba el Camino.

La distancia media de cada etapa suele ser entre 20 y 25  kilómetros, por lo que fácilmente emplearás unas 5-6 horas al día caminando. Si bien es un trayecto apto para cualquier persona con un mínimo de condición física, se recomienda tener el hábito de caminar. Las semanas previas al viaje trata de adquirir resistencia y fortalecer las piernas. Es importante que el cuerpo se vaya habituando a esta práctica. Recuerda que en el Camino también cargarás con una mochila.

Y, ¿dónde tendré que dormir?

Para no aumentar en exceso tu presupuesto, lo mejor es dormir en albergues. Existen tres tipos de albergues distintos y según el que decidas pagarás una cantidad u otra por pasar allí la noche. En los albergues de donativo, como su propio nombre ya nos indica, tan sólo tendrás que dejar un donativo al finalizar tu estancia. Mientras que en los albergues públicos y privados sí que tendrás que pagar una cuantía predeterminada. En los públicos unos 6€ y en los privados alrededor de los 10€.

Eso sí, a medida que vayas preparando tu ruta comienza a reservar cama en cada uno de ellos. No queremos que cuando llegues a tu destino no tengas dónde dormir.

El presupuesto diario que necesitarás en esta aventura

La mejor forma de vivir el Camino es seguir las costumbres de todos los peregrinos, es decir, dormir en albergues, comer el menú típico del día y tapear acompañado de un vino de la zona. En total, se traduce en unos 30-35 euros diarios. Nada más para unas vacaciones donde podrás visitar pueblos, ciudades y estar en contacto con la naturaleza.

¿Mejor solo u optar por buena compañía?

Como ya te hemos avanzado hace unos minutos, el Camino lo realizan más de 400.000 personas al año, por lo que te aseguramos que nunca te vas a sentir solo. Sin embargo, la decisión de hacer esta ruta solo o acompañado es muy personal. Hagas lo que hagas, te aseguramos desde ya que te lo pasarás increíblemente bien y que será una experiencia que marcará tu vida. Ahora tú eliges si es mejor compartirlo con personas de tu entorno o tomarte un tiempo libre para ti o incluso hacer el Camino de Santiago con tu perro.

grupo de amigos haciendo el camino de santiago

Lo importante: Qué es la Compostela y cómo conseguirla

Ya tenemos la ruta, el presupuesto diario, la compañía y hasta nuestros próximos “aposentos”. Después de todo esto, nos queda que conozcas una de las cosas más importantes durante el Camino: tu credencial. Sí, has leído bien, una especie de pasaporte donde podrás indicar que eres un auténtico peregrino. En él se te irá acreditando los diferentes lugares que has visitado. Te sirve para dormir y también para alcanzar el premio más ansiado de todo peregrino, la Compostela.

Para conseguir la Compostela, el documento que acredita tu peregrinación, la Catedral de Santiago exige, como mínimo, haber recorrido los últimos 100 km del Camino. Para ello, necesitarás dividir el viaje en 4 o 5 etapas. En cada una de ellas recuerda sellar tu credencial al llegar al albergue. Este documento es una especie de pasaporte del peregrino que más allá de dar acceso a los alojamientos, resulta necesario para obtener la Compostela en la Oficina del Peregrino. Su precio es de unos 2 euros, así que ya sabes hazte con la tuya nada más empezar la ruta.

Meses previos: Cómo entrenar antes de hacer el Camino

Sin agobios. Una de las mejores cosas del Camino es que todo el mundo puede aventurarse a realizarlo sin muchos inconvenientes. A excepción, eso sí, de algún problema grave de salud. Igualmente, como expertos en deportes, te recomendaremos empezar a calentar motores unos meses o semanas antes. Intenta andar a menudo, sal a correr o practica algún tipo de actividad física en la montaña para familiarizarte con este tipo de rutas. Como ves, nada complicado que no puedas hacer.

Lo peor de todo, podríamos decir que es el peso de la montaña. Así que intenta, en la medida de lo posible, no cargar con ropa, accesorios o cualquier otro elemento de más.

mochila de peregrino

Lo que no puede faltar en tu mochila

Para que esto no ocurra y vayas todo el día con más peso del necesario, te hemos preparado un pequeño listado con aquellos accesorios imprescindibles en tu mochila del Camino de Santiago.

En tu mochila de peregrino no pueden faltar los siguientes básicos:

  • Chubasquero, capa o poncho.
  • Funda para cubrir la mochila.
  • Cubre-pantalón o pantalón impermeable.
  • Calcetines de recambio.
  • Polainas o perneras.
  • Botas de montaña impermeables.
  • Gorra para evitar que la lluvia te moleste en la cara.
  • Bolsas de plástico para mantener seco el equipaje.
Además de todo esto, ropa deportiva cómoda, ropa interior, camisetas, forro polar, protección solar y algún saco ligero. Opta siempre por utilizar una mochila de correas al hombre con cinturones ajustables, ergonómicas y acolchadas. Intenta no cargarla más de la cuenta, te recomendamos en torno a unos 6-8 kilos.

¡No te preocupes! Lesiones típicas durante el Camino de Santiago

Tanto los pies como la espalda son las zonas que más se resienten a lo largo de todo el Camino. Le pasa a todos los peregrinos, por lo que no te preocupes más de la cuenta.

Durante estas jornadas de ruta tendrás, obviamente, agujetas en ciertos músculos de tu cuerpo y puede ser que también te salgan ampollas en los pies. Tanto la fricción como el exceso de humedad al que estarán sometidos tus pies pueden causar este tipo de inconvenientes. Para que esto no te impida vivir al 100% el Camino, recuerda llevar siempre contigo antiampollas y un kit básico de primeros auxilios.

Consejos para hacer el Camino de Santiago a pie

  • Escoge el itinerario idóneo que mejor se adapte a tus capacidades físicas y objetivos.
  • No cargues demasiado peso en tu mochila.
  • Comienza a caminar a primera hora de la mañana.
  • No tomes el Camino como una competición y disfruta de cada etapa.
  • Utiliza un calzado adecuado que ya hayas usado previamente.
  • Cuida tus pies, evita las rozaduras y protege tu piel del sol.

Mejores meses para hacer el Camino de Santiago 

Una de las cosas que más nos encanta del Camino es que puedes realizarlo en cualquier época del año. ¡Una maravilla! Pero como te podrás imaginar, hay una serie de meses que son claves para disfrutar al 100% de esta experiencia. Ni con demasiado frío ni con demasiado calor. Nos referimos a los meses de primavera-verano, en concreto a mayo, junio y septiembre.

¿Cuál es el motivo de que sean estos tres meses los más populares por los peregrinos para hacer el Camino de Santiago? Muy sencillo: el agradable clima que podrás sentir con temperaturas templadas y sin apenas extremos. O, al menos, eso es lo que nos dice la teoría y las temperaturas históricas de otros años. En los albergues tendrás muchas menos aglomeraciones, sobre todo si lo comparamos con los meses de julio y agosto que está plagado de turistas. Y, por último, pero no menos importante: los paisajes espectaculares que podrás ver en primera persona. En primavera, todo florecido, mientras que en septiembre, sentirás como la luz del otoño lo tiñe todo de dorado. Algo bastante espectacular.

Como consejo extra te diremos que si en tu caso puedes elegir, para nosotros lo ideal es junio y la primera quincena de septiembre, ya que son las semanas más equilibradas en cuanto a clima, afluencia y calidad de servicios que puedes vivir a lo largo del Camino.

Peores meses para hacer el Camino de Santiago 

¿Cómo? ¿Qué tu idea es irte en pleno mes de agosto a realizar el Camino de Santiago? ¡Qué no cunda el pánico! Como acabas de leer hace tan solo unos minutos, cualquier momento es bueno para hacer el Camino. Lo único es que hay meses que son un pelín más complicados para recorrerlo con tranquilidad, en especial si va a ser tu primera vez.

Desde diciembre a febrero no lo solemos recomendar por el frío, la lluvia e incluso la posibilidad de encontrarte nieve. Recuerda que hay ciertas rutas de montaña, por lo que no es de extrañar que puedes tener que enfrentarte a este tipo de dificultades a lo largo de tu trayecto. Por no hablar que muchos albergues deciden cerrar por estas fechas para descansar y tomarse un respiro del resto del año. Eso significa una bajada considerable de servicios a tu alcance.

La Semana Santa y los puentes largos, entre ellos el de mayo, también suele ser una opción interesante, pues te encontrarás mucha más gente y una mayor ocupación. Aunque parecen pocos días, tendrás tiempo suficiente para disfrutar de esta experiencia. Si es tu día, tan solo tendrás que ser prevenido y armarte de algo más de paciencia.

Por último, los temidos meses de pleno verano: julio y agosto. Sí, son los meses con mayor afluencia de peregrinos, por lo que es vital planificar todo con mucha antelación, ya que es probable que puedas quedarte en más de una ocasión sin cama en ese albergue que tanto te gustaba. Además, hay que ser conscientes del aumento de las temperaturas, algo que puede ser sofocante para ti como caminante, en especial en aquellos tramos de la meseta o el sur.

Si después de todo esto tienes claro que verano será la estación del Camino, no te preocupes porque también lo disfrutarás por todo lo alto. Nuestra recomendación es evitar caminar en las horas centrales del día, mantenerse en todo momento hidratado y llevar protección solar para aplicarte cada 2-3 horas. Sigue esto a rajatabla para evitar cualquier inconveniente a lo largo del camino.

Después de todo esto, ¿cuál es la mejor época para comenzar el Camino de Santiago?

La verdad es que la mejor época para hacer el Camino va a depender de ti, en concreto, de tu disponibilidad, tu propio nivel físico y del tipo de experiencia que estés buscando a vivir. Dicho esto, ¡nos vamos a mojar! Te diremos que nuestra recomendación es que comiences en primavera, sobre mayo o junio, o a inicios del otoño, en septiembre.

Cualquiera de estas fechas combina a la perfección el buen tiempo que estamos buscando, la amplia cartera de servicios abiertos, el contacto con la naturaleza en todo su esplendor y una experiencia mucho más tranquila. Y, lo mejor, evitarás con creces los extremos de temperatura y la masificación.

¿Y qué tipo de ruta elegir en función del mes?

Cada ruta del Camino tiene sus propias particularidades y se comporta completamente diferente según la estación del año. Por ello, como expertos en el Camino de Santiago te diremos que:

  • Camino Fránces: en cualquier época del año, salvo en invierno por la zona de los Pirineos.
  • Camino Portugués: primavera y otoño.
  • Camino del Norte: durante todo el verano. Tendrás menos lluvias y muchos más servicios.
  • Camino Primitivo: final de la primavera y todo el verano. Recuerda que tendrás una mayor exigencia física con zonas en plena montaña.
  • Camino Inglés: tanto en primavera como en otoño.

¿Es buena idea hacer el Camino en invierno?

Después de todo lo que has leído seguro que responderías con un rotundo “no” a esta pregunta. En realidad no es del todo así, ya que realizar el Camino puede ser toda una gran aventura a nivel físico y también emocional.

Esta aventura la solemos recomendar a los peregrinos más experimentados, bien porque estén preparados físicamente al detalle o porque cuenten con un muy buen equipo. Si en tu caso ya has hecho en varias ocasiones el Camino, prepararlo durante los meses de invierno puede ser una forma diferente de vivirlo.

Si lo que buscas es una experiencia mucho más introspectiva, en soledad y hasta te diríamos más espiritual, no lo dudes y haz que el invierno se convierta en tu mejor amigo durante todo el Camino. Lo único es que tendrás que luchar contra las limitaciones logísticas, las condiciones climáticas imprevisibles y la dureza de las rutas. Por el resto, todo igual.

Claves para hacer el Camino de Santiago en invierno

En invierno, al haber menos afluencia de peregrinos, los servicios se reducen considerablemente. Muchos alojamientos cierran sus puertas durante la temporada baja, por lo que si quieres evitar sorpresas debes tener claro qué albergues estarán abiertos.

Las condiciones meteorológicas de esta época del año suelen convertir el Camino en un desafío aún mayor. Por ello, elegir una ruta que se adapte a tus capacidades físicas resulta aún más importante durante los meses de invierno. No es lo mismo caminar por terreno firme que a través de senderos cubiertos de barro o nieve.

El frío, la lluvia y la nieve pueden convertir ciertos itinerarios en vías intransitables. De este modo, algunas rutas como el Camino Primitivo no son aconsejables en invierno. Es mejor optar por otras como el Camino Francés o el Portugués. De cualquier modo, presta atención a la previsión climatológica antes de iniciar cada etapa.

Por otro lado, realizar el Camino en invierno implica llevar una mochila de mayor tamaño. La ropa de abrigo ocupa más espacio y, por lo tanto, añadirá más peso a tu equipaje. De este modo, el volumen de carga ideal de una mochila para hacer el Camino en invierno es de 50 litros.

Si bien durante los meses estivales los peregrinos madrugan para comenzar a caminar desde muy temprano, en invierno ocurre todo lo contrario. Con el frío es preferible comenzar la marcha algo más tarde, pues al amanecer podemos encontrar temperaturas demasiado gélidas. Además, el número de peregrinos es mucho más reducido, por lo que no suele haber problema de espacio en los albergues.

mujer haciendo el camino de santiago lloviendo

Cómo protegerte de la lluvia en el Camino de Santiago

Puede ocurrir que, después de preparar el viaje con antelación para tener todo controlado, la lluvia haga acto de presencia justo la semana en la que vas a hacer el Camino. Es más, en invierno es bastante común que el agua te acompañe en más de una etapa. Llegados a este punto, el ánimo no debe caer. Toma al pie de la letra el dicho popular: ‘‘Al mal tiempo, buena cara’’.

La lluvia también puede regalarnos buenos momentos y anécdotas. Eso sí, a la hora de hacer frente a una etapa con condiciones meteorológicas desfavorables, es fundamental contar con el equipamiento adecuado.

En el caso de que la lluvia sea demasiado densa, intenta resguardarte en la medida de lo posible para evitar que el agua te termine calando. Cuando llegues al albergue, no olvides secar secar tu ropa y pertenencias. Prácticamente, la totalidad de los alojamientos están equipados con secadoras. Recuerda que a la mañana siguiente necesitarás tener todo a punto para hacer frente a una nueva etapa.

Esperamos que todos estos consejos te hayan resultado útiles para preparar el Camino de Santiago. Más allá de la época del año o ruta que hayas elegido, lo mejor que puedes hacer es centrarte en disfrutar al máximo de cada etapa, estar en contacto con la naturaleza, conocer a personas de todo el mundo y descubrir la historia y cultura de cada pueblo por el que pases. ¡Buen Camino, peregrino!

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