Camino de Santiago: qué llevar

Camino de Santiago: qué llevar

Si estás pensando hacer el Camino de Santiago pero no tienes claro qué llevar, te descubrimos el equipaje imprescindible que no puede faltar en tu mochila de peregrino.

Elegir un buen equipo resulta fundamental para poder disfrutar al máximo de la bonita experiencia que nos regala el Camino de Santiago. Mucho antes de iniciar el viaje debes establecer una buena planificación teniendo en cuenta tanto la climatología como la duración del recorrido.

Camino de Santiago: qué llevar | Decathlon

¿Qué mochila elegir para el Camino de Santiago?

Lo primero que vas a necesitar será una buena mochila de senderismo. Elegir la adecuada es una decisión mucho más importante de lo que crees. Los expertos en el Camino de Santiago afirman que no solo se puede diferenciar a un peregrino principiante de uno veterano por su mochila, sino que también se puede saber desde dónde ha comenzado la ruta.

Si tenemos en cuenta que te acompañará durante todas las etapas del Camino, la mochila debe cumplir al menos los siguientes requisitos:

- Ser ligera y cómoda.
- Tener una espalda con ventilación.
- Ofrecer una capacidad de almacenaje de entre 35 y 40 litros.
- Disponer de varios compartimentos en su interior.
- Tener cremallera de acceso al fondo de la mochila.
- Ofrecer correas adaptables a nuestro cuerpo.

Una vez elegido el modelo que mejor se adapte a tus necesidades, llega el momento de seleccionar el resto del equipamiento. Te recomendamos no añadir más peso del necesario. No olvides que tu espalda va a tener que cargar con la mochila durante muchas horas.

Llegados a este punto, conviene recordar la regla del 10%, que viene a decir que la carga de la mochila no supere el 10% de tu peso corporal. De este modo, el macuto de una persona de 70 kg no debería superar los 7 kg. Si bien no es una norma estricta, puede ser una buena referencia para no añadir demasiado peso.

En este sentido y, sabiendo que en la mayoría de los albergues hay lavadoras e incluso secadoras, la mochila para un viaje de una semana no debería llevar mucha más ropa que lo necesario para tres días.

Equipamiento básico para el Camino de Santiago

Calzado. A la hora de elegir el calzado adecuado para el Camino de Santiago debes tener en cuenta el tipo de ruta que vas a realizar, así como la época del año. Si el terreno por el que vas a caminar apenas ofrece desnivel, te recomendamos utilizar unas zapatillas de trekking. El calzado de caña baja es ligero y flexible y permite una gran libertad de movimiento en el pie. Lo mejor para caminar en verano son unas zapatillas transpirables que permitan evacuar el sudor y así evitar la aparición de las temidas ampollas.

Si hay previsión de lluvia a lo largo del viaje, deberás llevar unas botas impermeables para mantener tus pies secos. Al contrario que las zapatillas, las botas de caña alta son menos ligeras y flexibles, pero permiten llevar el pie más sujeto. Independientemente de la opción elegida, en ningún caso debes estrenar calzado para el Camino.

- Calzado de descanso. Al finalizar cada etapa del Camino, es importante que los pies descansen y se recuperen para afrontar con garantías la siguiente etapa. Para ello, te aconsejamos utilizar unas chanclas o sandalias de trekking.
- Calcetines. Unos buenos calcetines son imprescindibles para ir cómodo durante el camino. Estos deben ser transpirables, sin costuras, de rápido secado y con limitación de ampollas.
- Pantalones desmontables. En función de la época del año en la que vayas a realizar el Camino de Santiago, es posible que necesites unos pantalones desmontables. Al comienzo de una etapa y mientras amanece, el tiempo será más fresco y necesitarás llevar un pantalón largo. Sin embargo, a medida que avanza el día y vas acumulando kilómetros, la combinación de esfuerzo y calor hará que probablemente necesites cambiarlo por uno corto.
- Camiseta transpirable. Es fundamental llevar varias camisetas de tejido técnico y transpirable, que te mantengan fresco y seco en todo momento.
- Segunda capa. Para los meses más fríos del año, necesitarás una segunda capa que te aporte calor, como puede ser un forro polar o una chaqueta acolchada. Estas prendas tienen que ser ligeras y fáciles de quitar o poner.
- Impermeable. La prenda impermeable que mejor se adapta a las necesidades del Camino de Santiago es el poncho o capa, ya que te protegerá de la lluvia tanto a ti como a tu mochila. Además de ser ligero y compacto, un poncho es una prenda muy fácil de quitar y poner.
- Saco de dormir. En los albergues encontrarás literas con colchones y una funda. En invierno también te facilitarán mantas. También es posible que algunos albergues te ofrezcan dormir en el suelo si la ocupación está completa. Por esto, es imprescindible llevar un saco de dormir que sea ligero y compacto.
- Cantimplora. Debe tener al menos 1 litro de capacidad, puesto que durante el recorrido encontrarás fuentes donde rellenarla. Llevar un bidón de mayor capacidad sería aportar un peso innecesario la mochila.
- Botiquín. Debes estar preparado para lo que te pueda pasar, por lo que no está de más meter en la mochila un pequeño botiquín para el Camino de Santiago en el que no puede faltar vaselina, desinfectante, gasas, tiritas y apósitos.
- Bolsa de aseo y toalla de microfibra. No te olvides de los productos básicos de higiene personal en el formato más pequeño posible. Recuerda incluir en un bote de crema solar, chanclas para la ducha, una bolsa para guardar la ropa sucia, pañuelos de papel o un pequeño frasco con detergente para lavar la ropa.
- Linterna frontal. Indispensable incluir en tu equipo una luz frontal para moverte con soltura durante las primeras horas de la mañana. A partir de cierta hora, algunos albergues apagan sus luces, por lo que también te será útil en este momento.
- Documentación. Es fundamental llevar encima documentos como la credencial del peregrino, el DNI o pasaporte, y dinero en efectivo o en una tarjeta. El teléfono móvil te permitirá estar en contacto con los tuyos  y puede sacarte de un apuro en caso de emergencia. No te olvides del cargador y una batería externa.

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Otros accesorios recomendados para el Camino de Santiago

- Bastones de travesía. Llevar bastones al Camino de Santiago no es imprescindible, pero sí es muy recomendable, especialmente en aquellas rutas que hacen frente a fuertes desniveles. Los bastones te ayudan a tener más equilibrio y a repartir el peso. Son útiles en casos concretos, como para aquellas personas que sufran alguna lesión o dolor en las rodillas.

- Sombrero o gorra y gafas de sol. Ten en cuenta que cada día vas a pasar una media de entre 6 y 8 horas al sol.

- Navaja multiusos. Siempre te puede venir bien para cortar unos cordones, abrir una lata o preparar un bocadillo. Es una herramienta de escaso peso múltiples utilidades.

- Tapones para los oídos. Te serán útiles para poder dormir en las habitaciones compartidas de los albergues.

- Pinzas para tender la ropa e imperdibles para colgarla de la mochila.

Seguro que ahora tienes mucho más claro qué llevar en tu mochila de peregrino. Si aún no tienes claro qué recorrido elegir, te dejamos este otro artículo con las rutas más conocidas del Camino de Santiago.

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