¿Por qué hacer el Camino de Santiago con perro?
Desde disfrutar juntos de la naturaleza hasta realizar deporte de calidad, sentir esa conexión tan especial entre los dos y, por supuesto, socializar con más personas y otros perros.
El Camino de Santiago se ha convertido en toda una experiencia de vida para aquellos que deciden hacerlo. Tanto que no hay peregrino que no quiera volver a repetir esta vivencia.
En cada kilómetro, los peregrinos sienten la intensidad de la fe y la emoción por finalizar la etapa, llegar a un nuevo destino, descubrir en primera persona la hospitalidad de la gente y disfrutar del arte y la cultura que se esconde detrás de estas maravillosas rutas. Momentos mágicos en el que te pondrás a prueba y también vivirás sensaciones únicas. Experiencias que te harán crecer, aún más, el vínculo afectivo que tienes con tu mascota. Disfrutar y salir de la monotonía y de los paseos habituales al parque. Por fin, podrá descubrir nuevos olores, texturas y jugar en plena naturaleza.
Y lo más importante, podrás compartir tus vacaciones junto a él. Y es que, si hay algo que nos encanta del camino es que cuenta con las infraestructuras necesarias para que tu perro y tú os sintáis cómodos.