Es muy importante escoger bien la ruta del Camino a seguir, ya que estas pasan por localidades y zonas con distintos tipos de terreno, desniveles, etc.
Independientemente de la ruta elegida hay algo que comparten todas y es que todas alternan etapas más sencillas con otras de mayor dificultad en las que haya cambios constantes de desnivel o que transcurran por senderos y carreteras de difícil acceso.
En el caso de ser primerizos, se suele recomendar el Camino Francés, que es también el más transitado por lo que cuenta con un mayor número de servicios y está muy bien señalizado. La proximidad entre localidades es mayor, lo cual también facilita los avituallamientos y descansos. El Camino Portugués comparte estas mismas características, siendo también una buena opción si es la primera vez que se sigue el Camino en bicicleta.
Para aquellos ciclistas más experimentados en rutas largas en bicicleta, puede que disfruten más con los Caminos del Norte y el Camino Primitivo.
En cuanto a la Vía de la Plata, suele seguirse menos sobre ruedas debido a las largas distancias entre pueblos, lo que dificulta el aprovisionamiento, además de las altas temperaturas en la temporada estival.