Diferencias entre senderismo y trekking y cómo distinguirlos
Aunque senderismo y trekking se refieren a la misma actividad, la caminata, son términos que atienden a enfoques diferentes de la misma, especialmente cuando se refieren a caminar por las montañas.
Ambas actividades comparten el amor por caminar en entornos rurales, pero hay ciertas diferencias que tienes que conocer para así poder decantarte por una u otra. Estas diferencias pueden agruparse de la siguiente manera:
1. Duración
Como ya hemos visto anteriormente, la principal diferencia entre senderismo y trekking es la duración de la actividad. Mientras que el senderismo, por lo general, se refiere a una caminata de una jornada, el trekking comprende una salida por la montaña durante varios días y hasta semanas requiriendo pernoctar obligatoriamente en tienda de campaña o refugio.
El senderismo puede ser un simple paseo de unos 30 minutos hasta una excursión que abarque un día por completo. Eso sí, la clave es que se inicie y finalice el mismo día. Es la opción ideal si estás buscando una escapada corta sin necesidad de pernoctar ni llevar contigo un amplio equipo.
En el caso del trekking es necesario estar por la montaña más de una jornada, con estancias en refugios, tiendas o alojamientos. A menudo se suele realizar en lugares más aislados de la vida cotidiana. De ahí, que se requiera un mayor número de días para su actividad.
2. Dificultad técnica
En cuanto a la dificultad de los caminos a seguir no hay una distinción clara ya que el senderismo puede incluir rutas más exigentes y con desniveles y el trekking puede llevarse a cabo por rutas fáciles y bien delimitadas.
Lo que sí es cierto, es que durante una caminata de trekking pueden tomarse tramos fuera del sendero aumentando así la dificultad técnica de la actividad.
Podríamos decir que el senderismo es bastante más accesible para todo tipo de personas, incluidas aquellas con un nivel físico bajo. Si es tu caso o acabas de iniciarte en esto del senderismo, nuestra recomendación es que revises previamente la clasificación de las rutas para poder optar por un sendero menos exigente.
En cuanto al trekking, no te engañaremos, requiere de un mayor nivel de resistencia física y mental. El motivo es muy sencillo, es necesario recorrer mayores distancias, llevar más peso encima y enfrentarte a condiciones ambientales mucho más duras. Desde climas adversos hasta enormes cambios de altitud. Algunas rutas de trekking requieren incluso de ciertas habilidades técnicas básicas que te ayudarán a una correcta aclimatación a gran altura.
3. Tipo de terreno
Por norma general, durante el senderismo los terrenos no serán muy diferentes entre sí, ya que la caminata tiene una duración limitada. Suelen ser bastante marcados y completamente seguros. En su gran mayoría forman parte de parques naturales, zonas naturales ya establecidas o senderos forestales. Esto facilita, y mucho, la navegación al caminar por un entorno muy estructurado.
En cambio, en el caso del trekking sí que puedes encontrarte con terrenos muy diferentes entre sí ya que la actividad se extiende durante varias jornadas. Es posible que durante tu caminata atravieses un camino forestal, un sendero rocoso o incluso pedregales. Es decir, zonas más remotas y técnicas. En estos casos recomendamos el uso de mapas o GPS para no perderte ni un solo minuto entre la naturaleza más salvaje o los terrenos escarpados. Igual te toca cruzar un valle como un río.
4. Preparación física previa
Si bien es cierto que tanto senderismo como trekking pueden incluir senderos de una dificultad similar, el trekking es más exigente debido a la duración de la actividad en comparación con el senderismo.
Por esta razón, las personas que desean viajar con mochila deben tener una preparación física previa adecuada y con una gran resistencia a la hora de caminar grandes distancias durante varios días.
El senderismo, sin embargo, es una actividad en la que se caminan menos kilómetros y que puede ser realizada en rutas muy sencillas y asequibles para personas con un menor entrenamiento. Ahora bien, si planteamos una ruta con grandes desniveles la resistencia del excursionista será puesta a prueba.
5. Equipamiento
La simple diferencia en cuanto a la duración del senderismo y el trekking lleva consigo que el equipamiento para una y otra actividad sea diferente.
Aunque es cierto que comparten ciertos elementos como llevar una mochila, utilizar ropa y calzado adecuados a la actividad, utilizar protección solar y llevar comida y agua, estos equipos serán diferentes para realizar cada caminata.
En caso de plantear una caminata de un día una mochila de 20-25 litros es suficiente para llevar con nosotros agua, comida, alguna prenda de ropa adicional y la protección solar.
Para una caminata de varios días es recomendable viajar con una mochila de al menos 40 litros en la que entren varias prendas de ropa para cambiarnos, los equipos de acampada para las comidas y todo lo necesario para pernoctar fuera como son el saco de dormir y la tienda de campaña.
En ambas modalidades de caminata es recomendable llevar encima un botiquín de primeros auxilios e incluso un dispositivo GPS para poder ser localizados de ser necesario.
Sobre qué calzado es el más adecuado para cada actividad hay que tener en cuenta que cada uno tiene características distintas. Independientemente de si es para senderismo o trekking es importante saber que a la montaña se debe ir con un calzado adaptado a tal fin con una suela estructurada y bien protegida y se desaconseja, por completo, utilizar zapatillas deportivas. Sin duda es preferible llevar unas zapatillas de senderismo, botas de trekking u otras botas adecuadas para caminatas por la montaña.