SPF/FPS: qué es, cómo funciona y cuál elegir

SPF/FPS: qué es, cómo funciona y cuál elegir

Las cremas de sol con alta protección son los productos en los que más nos debemos apoyar para proteger a la piel, tanto facial como corporal, de los grandes daños que pueden llegar a provocar en ella los rayos solares.

A pesar de que aún son muchas las personas que siguen utilizando este tipo de cremas y protectores solares solamente en verano o, sobre todo, cuando el sol más intenso empieza a apoderarse de nuestro día a día, cada vez somos más conscientes de que las cremas solares deben utilizarse todos los días.

Concienciarnos de que proteger a nuestra piel de los rayos ultravioleta nos ayudará, sin duda alguna, a incluir este tipo de cremas en nuestra rutina de skincare diaria.

¿Tienes dudas sobre qué significa SPF en los protectores faciales y corporales, cómo actúa sobre nuestra piel y cuál es su duración aproximada? Te ayudamos a resolver toda esa incertidumbre contándote todos los detalles que debes conocer sobre esta protección tan necesaria para el cuidado de nuestra piel.

equipo de vela echándose protector solar

Qué es SPF o FPS

Cuando hablamos de FPS, Factor de Protección Solar, o de SPF, Sun Protection Factor, estamos haciendo referencia al tiempo que esa crema de sol será capaz de mantener la piel protegida de los rayos de sol.

En español o, en la mayor parte de los productos, en inglés. No importa el idioma, todos somos conscientes de la importancia que tienen estas siglas para el cuidado de nuestra piel.

A mayor FPS/SPF mayor será el tiempo en el que tendremos la dermis resguardada de la tan perjudicial radiación UVB y UVA. Para que nos puedas entender, un SPF 30 te permitirá estar expuesto al sol 30 veces más tiempo del que serías capaz de resistir sin protección antes de que tu dermis se pueda quemar. Si ves que tu piel empieza a enrojecerse pasados los primeros 10-15 minutos al sol sin protección, con SPF 30 podrías llegar a resistir, aproximadamente, hasta unos 300 minutos.

Teniendo en cuenta que los rayos de sol son los encargados de provocar quemaduras e, incluso, intervienen en la posibilidad de padecer cáncer de piel, esta medida es, por lo tanto, capaz de indicar qué nivel de protección tiene el producto que tenemos delante para evitar, al máximo, este tipo de daños en la dermis.

El SPF/FPS y su funcionamiento

Una de las grandes incertidumbres con respecto a este tipo de protectores es cómo actúan para mantener a la piel protegida en todo momento.

Pues bien, ni que decir tiene que su objetivo principal es evitar que los rayos solares alcancen la dermis filtrando, en mayor o menor medida según su FPS, la radiación. A partir de SPF 15 se pueden llegar a filtrar, aproximadamente, el 93% de los rayos.

¿Cómo se cálcula el SPF? 

Ahora que estás leyendo acerca del SPF seguro que te has preguntado cómo se calculan estas siglas, ¿verdad? ¡Muy fácil! Este cálculo se realiza directamente en el laboratorio, donde se evalúa cuánto tiempo tarda la piel protegida con un fotoprotector en enrojecerse al compararla con una piel sin protección alguna. El resultado no es más que un número, que en teoría es el que representa ese conocido como “multiplicador de tiempo”.

Pero ojo, hay que tener en cuenta que existen ciertos factores, entre ellos el sudor, el agua, la fricción o incluso la cantidad de crema, que pueden llegar a reducir de forma considerable la eficacia en cualquier tipo de situación real.

Cuál es el significado del número de la protección solar

Es un pensamiento muy frecuente y común pensar que al escoger aquella crema solar que tenga la numeración de SPF más alta obtendremos un producto de mayor efectividad.

No olvidemos que este número no es un indicio de calidad ni, por supuesto, de efectividad. Lo único que nos está indicando es que cuánto menor sea el FPS de un producto, más veces se tendrá que volver a repetir el proceso de autoprotección con crema solar. Te contamos cuáles son los distintos niveles de SPF, qué significado tienen cada uno de ellos y cómo funciona.

¿Qué significa SPF 50, 30, 25 0 15? Dentro de los distintos niveles de protección solar que existen, podemos clasificarlos dentro de estos cuatro grupos:

  1. Factor de protección solar bajo. Cuando hablamos de un protector solar con baja protección estamos haciendo referencia a todos aquellos que tienen un FPS de 6 a 10. Es muy importante tener en cuenta que utilizar cremas con este tipo de SPF no es, en ningún caso, lo más recomendado para ningún tipo de piel.
  2. Factor de protección solar medio. Cuando un protector solar tiene ya una protección media es porque está caracterizado por ser capaz de absorber y filtrar el 93% de los rayos solares. Las cremas de sol que encontraremos dentro de este grupo son todas aquellas que tienen un FPS de 15 a 25.
  3. Factor de protección solar alta. ¿SPF 30, qué significa? Seguramente que en más de una ocasión te hayas hecho esta pregunta. Pues bien, los protectores solares de 30 a 50 son considerados factores de protección solar alta. Este tipo de cosméticos están preparados para filtrar, como mínimo, el 97% de los rayos de sol.
  4. Factor de protección solar muy alta. Los productos estrella y preferidos por la mayor parte de las personas que buscan las mejores opciones para proteger su piel son, sin duda alguna, las cremas de sol de más de 50 FPS. El protector solar de 50 o más es, por norma general y por recomendaciones médicas, el más utilizado y, además, destaca por ser capaz de filtrar el 98% de la radiación UV.

¿Cuánto tiempo protege la piel el SPF/FPS?

Para poder saber cuánto tiempo protege el SPF la piel del sol es importante saber qué para responder a esta pregunta de forma correcta tenemos que fijarnos en varios factores.

  • Factor de FPS
    Como ya hemos mencionado con anterioridad, uno de los factores esenciales a tener en cuenta para saber cuál es el tiempo que puede durar la protección en la piel es el factor SPF/FPS.
  • Actividad que se vaya a realizar
    Además del factor SPF, la actividad que vayamos a realizar es importante. No es lo mismo bañarse en el mar o tomar el sol en bañador tumbado en la toalla a pleno día que pasear por el campo.
    Ten en cuenta que la sudoración o realizar actividades en las que se utiliza agua puede llegar a disminuir el tiempo de eficiencia de la crema solar.
  • Cantidad de crema aplicada
    La cantidad de crema que aplicamos también influye en la duración. La mayor parte de los usuarios de este tipo de cremas no aplican la cantidad suficiente.
    Para poder llevar a cabo una protección solar de lo más efectiva se tiene que utilizar, al menos, 30 gramos de crema. Esto equivale a una onza.
  • Reaplicación del producto FPS
    No olvides que la reaplicación del producto también es esencial. Es de vital importancia que se vuelva aplicar crema cada dos horas para mantener la piel protegida en todo momento.

mujer en la playa echándose protector solar

Cómo aplicar correctamente el SPF 

Lo importante es que te haya quedado muy claro que hay que aplicarse crema de forma constante si estamos expuestos al sol. No vale con echar una vez y olvidarse durante todo el día, hay que repetir el mismo ejercicio por toda la piel, al menos, cada dos horas.

A priori, aplicar el protector solar es bastante sencillo. Sin embargo, son muchas las personas que todavía no lo hacen correctamente. Para que este verano no te ocurra, aquí te dejamos unos simples pasos para aplicar tu crema solar a la perfección:

  1. Aplica tu protector solar unos 30 minutos antes de que te expongas al sol, así tu piel absorberá correctamente la crema. Sí, puede parecer bastante tiempo, pero creénos que tu dermis te lo agradecerá.
  2. Utiliza siempre una cantidad adecuada tanto en tu rostro como en tu cuerpo. ¡No escatimes!
  3. Hay ciertas zonas que son muy sensibles al sol, por lo que presta especial atención a ellas y no te las olvides. Nos referimos a las orejas, los empeines, el cuello, la parte posterior de las rodillas e incluso el cuero cabelludo en el caso de que tengas el pelo muy fino o estés calvo.
  4. Como te decíamos, cada dos horas vuelve a aplicar tu crema solar. Esta acción puedes hacerla justo después de bañarte, secarte con la toalla o ante una situación de sudoración bastante intensa.
  5. Da igual si el día está nublado o no ha salido mucho el sol, la radiación UV sigue estando presente y puede dañar nuestra piel. ¡Ten a mano tu crema solar!

¿Cada cuánto tiempo tengo que utilizar el protector solar?

Aunque la gran mayoría de los fotoprotectores que tenemos a nuestra disposición incluyen la etiqueta de “resistentes al agua”, por experiencia sabemos que esto no significa que duren toda la jornada de playa, piscina o día en la montaña. Aquí, las recomendaciones son muy claras:

  • Aplica cada dos horas tu crema como regla general.
  • Tras bañarte o sudar mucho, vuelve a echarte crema aunque ni siquiera hayan pasado esas dos horas.
  • Si en tu caso vas a estar expuesto al sol durante actividades prolongadas en el tiempo, por ejemplo practicando senderismo, ciclismo o deportes acuáticos, reaplica tantas veces consideres oportunas y necesarias. ¡No hay problema! 

¿Caduca el fotoprotector?

Muy buena pregunta. Te diremos que, desgraciadamente, la respuesta es un rotundo sí. Al igual que ocurre con cualquier otro cosmético o tratamiento de skincare, los protectores solares también caducan y pierden su eficacia.

¿Cómo podemos saber con exactitud esto? Lo mejor es revisar la fecha de caducidad impresa en el propio envase o mirando el número PAO. Un número específico que indica los meses que se puede usar una vez que el bote se haya abierto, por ejemplo 12M significa un total de 12 meses.

Como consejo te diremos que no utilices un protector del verano anterior si ha estado expuesto al calor o si te viene un olor raro nada más abrirlo o incluso si ves que no tiene el mismo color o textura.

Cómo saber qué tipo de SPF/FPS necesita cada persona

Aunque todo el mundo debería de proteger su dermis con cremas de protección solar muy alta, el estar bronceado es tan llamativo que es uno de los objetivos principales de muchas personas en verano. Sin embargo, es importante poner límites y consciencia a este tipo de objetivos.

Ni que decir tiene que está más que demostrado que el tipo de SPF/FPS que se encarga de cuidar la piel de forma eficiente y, sobre todo, de manera segura es el que tiene protección 50 o más.

A pesar de que mucha gente considera que el SPF a utilizar depende del color de piel, esto no es totalmente cierto y, por supuesto, tampoco es la opción ideal con la que proteger a la piel de forma consciente y segura.

  • Pieles de color claro. Las pieles más claras exigirán ser protegidas con SPF alto o muy alto. Si tienes este tipo de piel, en ningún caso, podrás utilizar protectores con menos de SPF 50.
  • Pieles de color medio. Al hablar de pieles de color medio estamos haciendo referencia a aquellas que suelen quemarse de una forma mucho más moderada y que, a pesar de coger bronceado de forma lenta,  tienen un cierto tono dorado no tan llamativo para el sol. En estas ocasiones los FPS de 50 o más siguen siendo considerados la opción más idónea.
  • Pieles de color oscuro. Bien es cierto que este tipo de piel tiene la gran habilidad de protegerse de forma natural contra la radiación solar. Sin embargo, aplicar crema con protección en las pieles oscuras también es de vital importancia y tener este tipo de piel no significa que el uso de protectores solares con FPS 50 o más sea innecesario.

SPF 30 o SPF 50, ¿por cuál debería entonces decantarme?

La pregunta que más se suele repetir todos los veranos. Es hora de resolverla juntos para que este año no tengas ningún tipo de dudas y tengas más que claro el tipo de fotoprotector facial y corporal que escoger para tus próximas vacaciones, tus escapadas en mitad de la montaña o simplemente el cuidado de tu piel a la exposición solar durante todo el año.
A priori, te diremos que la diferencia parece que es mínima, ya que el SPF 30 bloquea aproximadamente el 97% de los rayos UVB, frente al 98% del SPF 50. Pues ese 1% puede marcar una gran diferencia si tienes la piel muy clara o sensible, historial familiar de enfermedades de la piel, diagnósticos de enfermedades fotosensibles o si estás utilizando medicamentos que aumentan la sensibilidad al sol.

Si en tu caso no padeces nada de esto, un SPF 30 puede ser más que suficiente siempre que se aplique correctamente y se reaplique con la frecuencia que hemos explicado hace tan solo unos minutos. Esto grábatelo a fuego porque será fundamental ante la exposición al sol.

Más allá del SPF, otros aspectos que también hay que tener en cuenta 

Lo cierto es que el número del SPF no lo es todo, ya que también existen otro tipo de detalles que deberías tener cada vez más en cuenta a la hora de elegir la crema solar más acorde en función de mis necesidades. Nos referimos en concreto a la protección UVA, intenta siempre elegir productos y cosméticos que indiquen “UVA” dentro de un círculo o que dejen claro que tienen un “amplio espectro”. La textura de la crema y el fotoprotector en sí también es algo muy importante, ya que cada vez hay más tipos de productos en función de tu piel. Desde lociones ligeras para los niños hasta geles para piel grasa o incluso cremas específicas para la dermis más seca.

Si tienes claro que vas a practicar actividades deportivas o acuáticas, lo ideal es que optes por cremas que sean resistentes al agua. Aunque recuerda que no son milagrosas y tendrás que reaplicar el producto una y otra vez en función del tiempo de exposición solar. Y, por último, fíjate también en los filtros físicos (minerales) que son mucho más recomendables si tienes la piel sensible o con tendencia al acné.

Los daños en la piel que se pueden prevenir con el SPF

El uso de una buena y correcta protección solar de forma recurrente reduce de forma considerable los riesgos para tu piel, en concreto nos referimos a:

  • Prevenir quemaduras solares dolorosas.
  • Evitar el fotoenvejecimiento prematuro como arrugas, flacidez o manchas, entre otras.
  • Reducir el riesgo de enfermedades de la piel, por ejemplo los melanomas.
  • Ayudar a controlar problemas tan comunes como el melasma, la rosácea o la dermatitis solar. 
En general, no es una cuestión de estética, el cuidado de la piel con SPF es una cuestión de salud para ti y tu dermis.

Protector solar en invierno, ¿sí o no?

La respuesta es un rotundo sí. Da igual que las temperaturas bajen y creamos que nuestra piel no está expuesta al sol, la radiación ultravioleta sigue estando presente y, por supuesto, llegando a nuestra dermis.

Es cierto que la radiación UVB disminuye durante los meses de invierno, pero la UVA se mantiene constante durante todo el año. En el caso de la nieve puede llegar a reflejar hasta el 80% de los rayos UV, por lo que actividades como el esquí o el alpinismo en estas condiciones requieren incluso mucho más protección.

Los protectores solares con color o texturas ligeras son ideales para su uso diario, incluido en climas fríos. Hasta te verás mucho mejor con ellos.

Por si todavía tienes dudas sobre tu elección, te diremos que las pieles grasas o con acné tendrán que optar por fórmulas oil free con texturas en gel y no comedogénicas. Mientras que las pieles secas por ingredientes hidratantes con texturas ricas o en crema. Las pieles maduras por opciones que incorporan antioxidantes naturales, entre ellos el ácido ferúlico, y las dermis más sensibles deberán elegir fotoprotectores con filtros físicos sin perfumes ni mucho menos alcohol.

Ahora que ya sabes cuál es el significado de SPF/FPS, no te olvides de aplicar de forma generosa cremas protectoras por todo tu cuerpo y, sobre todo, acuérdate de que volver a aplicar crema solar cada dos horas es más importante de lo que puedes llegar a imaginar.

Recuerda que no solamente son importantes las cremas protectoras de sol. Utilizar aftersun tras cada exposición solar ayudará a mantener la piel calmada.

Cuida de ti y de tu piel utilizando el SPF de mayor protección y, realices el tipo de actividad que realices, si vas a estar expuesto al sol nunca olvides que mantener a tu piel alejada de las radiaciones solares es tu prioridad.

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