Beneficios para el cuerpo de practicar yoga
Practicar yoga con regularidad produce numerosos beneficios físicos. Estos son los más evidentes:
Practicar yoga aporta numerosos beneficios en el plano físico y emocional. Te contamos por qué este deporte logra crear una sólida conexión entre el cuerpo, la mente y el alma.
Como ya habrás escuchado en más de una ocasión, el yoga es una filosofía milenaria que tiene origen en la India. En sánscrito, el término yoga significa unión. Si vamos un paso más allá podríamos definirlo como la unión del cuerpo, la mente, las emociones y el intelecto.
A día de hoy, millones de personas de todo el mundo practican yoga a diario, ya sea de forma individual, bajo la enseñanza de un profesor o a través de aplicaciones o guías virtuales. Como práctica deportiva, el yoga es una enorme fuente de beneficios apta para todas las personas, independientemente de su nivel de práctica. Además, esta disciplina resulta un complemento ideal para usuarios que practican otros deportes como running, ciclismo o natación.
En las sesiones de yoga se suelen poner en práctica tres elementos: posturas, respiración y meditación. A continuación, te descubrimos todas las virtudes que puedes experimentar a través de este camino de autocrecimiento.
Practicar yoga con regularidad produce numerosos beneficios físicos. Estos son los más evidentes:
En yoga, la repetición de las posturas y el control de la respiración permiten adquirir una gran flexibilidad. No caigas en el error de pensar que hay que ser muy flexible para iniciarte en el yoga. La falta de flexibilidad no es en absoluto un obstáculo. Esto no es innato y se puede adquirir a través de la práctica.
La flexibilidad adquirida permite ganar movilidad, aumentar el rango de amplitud de las articulaciones y mantener una mejor postura corporal saludable. El yoga ayuda a aliviar y a prevenir los dolores lumbares o cervicales provocados por las malas posturas y los hábitos sedentarios. La relajación de nuestros músculos y tendones también ayuda a limitar el riesgo de lesiones durante los entrenamientos.
El yoga contribuye a evitar la pérdida de masa ósea, aumenta la flexibilidad de las articulaciones y nos ayuda a tener un cuerpo más tonificado.
El yoga nos enseña a respirar correctamente. Una buena respiración mejora nuestro estado de ánimo en el día a día, ya que ralentiza el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y relaja los músculos.
Numerosos estudios demuestran que el yoga es una de las herramientas más eficaces para combatir diferentes trastornos como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Del mismo modo, esta práctica favorece el buen funcionamiento del sistema nervioso autónomo, que se encarga de reaccionar ante los diferentes estímulos que llegan del medio, la mayor parte de las veces de forma inconsciente. Entre otras cosas, este sistema se encarga de garantizar que se cumplan una serie de funciones corporales básicas como la digestión, la curación de las heridas y los ciclos de sueño.
En 2004 se publicó un estudio en Estados Unidos sobre un grupo de personas que sufrían insomnio crónico y que practicaron una rutina de yoga todas las noches antes de meterse en la cama. Después de 8 semanas, los resultados fueron positivos, ya que sus ciclos del sueño se habían vuelto más largos y profundos.
La meditación en calma que suele formar parte de las rutinas de yoga nos ayuda a despejar la mente y poner el foco de atención en lo que está sucediendo y nuestras sensaciones internas. Meditar nos ayuda a dejar a un lado los pensamientos recurrentes sobre el pasado y futuro para centrarnos en lo que realmente ocurre en el momento presente. Las personas que practican yoga alcanzan niveles más altos de autoconocimiento y consiguen mayor claridad de pensamiento.
Por otro lado, está demostrado que las personas que practican yoga de forma regular gozan de un mejor estado de ánimo. Esto afecta directamente a sus relaciones sociales. Alcanzar un estado de paz mental y tranquilidad ayuda a crear un entorno accesible que favorece la interacción con otras personas.
Además, al igual que cualquier ejercicio físico, practicar yoga permite aumentar nuestros niveles de serotonina, un neurotransmisor conocido popularmente como la hormona de la felicidad. Elevar tus niveles de serotonina permite experimentar una sensación de euforia y placidez.
El dolor lumbar es un síntoma bastante frecuente entre las mujeres embarazadas, sobre todo cuando el bebe empieza a crecer y el peso se concentra en la parte delantera del cuerpo. Practicar yoga durante los meses de gestación te ayudará a fortalecer el torso y ganar equilibrio y seguridad.
Las distintas posturas o asanas de yoga permiten fortalecer las partes del cuerpo implicadas en el parto, como el suelo pélvico, las caderas y el torso. Algunas poses favorecen la flexibilidad y circulación sanguínea en las extremidades del cuerpo. De este modo, es posible paliar la sensación de hinchazón que se produce por la retención de líquidos.
Más allá de los beneficios físicos, numerosos estudios afirman que practicar yoga ayuda a reducir los síntomas depresivos durante el embarazo. Así pues, los ejercicios basados en el control de la respiración y la meditación permiten disminuir los síntomas de las mujeres que padecen estrés y ansiedad. La meditación mindfulness también es una buena herramienta para alcanzar un punto de bienestar emocional.
Cuando pasamos por un fuerte episodio de estrés, nuestro organismo genera de forma natural una hormona llamada cortisol. Sus funciones son reducir la inflamación, controlar la presión arterial, el metabolismo y los niveles de azúcar. Sin embargo, una producción excesiva de esta sustancia puede dar lugar a diferentes efectos secundarios que afecten al crecimiento del bebé. Por eso, es importante mantener un estado de calma durante el embarazo.
Además de ser más consciente del estado de tu cuerpo, uno de los beneficios de practicar yoga durante el embarazo más relevantes es que permite desarrollar un vínculo especial con el bebé. A través de los diferentes ejercicios de respiración, también se consigue mejorar la oxigenación del pequeño.
Ya conoces todos los beneficios de practicar yoga. Ahora es el momento de descubrir qué variante se adapta mejor a tus necesidades. Una esterilla, ropa cómoda y un lugar tranquilo son suficientes para comenzar a practicar las posturas corporales y ejercicios de respiración.