La protección solar no es negociable. Es importante que apliques un protector solar adecuado para tu rostro y cuerpo de manera generosa y frecuente, sobre todo después de nadar, secarte con la toalla o sudar.
Actualmente tienes a tu disposición diferentes formatos de protector solar: en crema, en spray e incluso en barra, que permiten una aplicación más sencilla y eficaz. Además, los fabricantes lanzan al mercado protectores solares que atienden mucho mejor a las necesidades particulares de cada persona según su tipo de piel de forma que los individuos con pieles grasas, sensibles o con intolerancia al sol pueden elegir el mejor producto para ellos.
¡No te olvides de los labios! En muchas ocasiones, protegemos la piel de rostro y cuerpo y se nos olvida que los labios también reciben los rayos solares, por ello es recomendable utilizar un bálsamo labial con protección solar.
Y para proteger las zonas en las que no puedes aplicar una crema o spray solar como los ojos o el cuero cabelludo, puedes recurrir a los protectores en cápsulas, que protegen el cuerpo del daño solar desde el interior.
La piel tiene memoria y es fundamental cuidarla de forma apropiada en cada exposición solar, así que elige un protector con un SPF elevado y que te proteja de los rayos UVA y UVB.