Cuando retomas la rutina de ejercicio o practicas algún deporte de alta intensidad, es normal que tarde o temprano aparezcan las temidas agujetas. Te proporcionamos una serie de consejos para que puedas combatir estos molestos dolores musculares.
Cuando hacemos deporte se producen una serie de microroturas en las fibras musculares de nuestro cuerpo que provocan cierta inflamación. Esto ocurre siempre que nos exponemos a un esfuerzo intenso al que no estamos acostumbrados. Esa sensación de fatiga muscular se conoce de manera común con el término ‘‘agujetas’’.
Los síntomas más frecuentes relacionados con las agujetas son la rigidez y la dificultad para mover con normalidad los músculos afectados. Otros indicios que suelen afectar a la musculatura son la hipersensibilidad y los espasmos.
A nivel mental, es fundamental hacer una buena lectura de las agujetas. Sufrir esta sensación cuando retomamos nuestra rutina de entrenamiento tras un periodo de inactividad no puede empujarnos a dejar de practicar deporte. Tener agujetas es un síntoma evidente de haber trabajado aquellos músculos que no se suelen ejercitar.
A pesar de que no es posible evitar por completo la aparición de estos leves dolores musculares, existen diferentes fórmulas que te pueden ayudar a prevenirlos y calmar sus molestias. En todo caso, debes huir de los falsos mitos que corren por Internet como beber agua con azúcar después de hacer deporte. La mayoría de estas teorías no se sustentan en ninguna base científica.
Realizar un buen calentamiento no solo permite poner a punto tus músculos y articulaciones, sino que también te ayudará a evitar lesiones. En este punto, también es importante marcar una rutina de estiramientos suaves y progresivos.
Si bien no hay evidencias de que un alimento o bebida pueda combatir estas molestias, seguir una dieta equilibrada y saludable puede disminuir las posibilidades de que aparezcan. De esta forma, debes incorporar en tu rutina alimentos ricos en proteínas, carbohidratos, frutas y verduras, además de grasas saludables, como el pescado azul o el aguacate.
Mantener un buen nivel de hidratación antes, durante y después del ejercicio, ya sea tomando agua o bebidas isotónicas.
Hacer un reposo activo ayudará a tus músculos a recuperar su estado natural. El descanso es fundamental, sobre todo si pretendes retomar el entrenamiento al día siguiente. De cualquier modo, evita en todo momento el sobreentrenamiento.
Aumenta la intensidad de tu rutina de ejercicios de forma progresiva. Las prisas no te van a ayudar a alcanzar más rápido tus objetivos, por lo que lo mejor será que comiences con intensidades y volúmenes de entrenamiento bajos.
El dolor de las agujetas suele aparecer entre 24 y 48 horas después de hacer ejercicio. Las molestias pueden comenzar a desaparecer progresivamente después de las primeras 72 horas. Sin embargo, no hay una duración exacta; depende de la persona, su condición física y la intensidad de la actividad que haya realizado. De todos modos, los siguientes consejos te pueden ser útiles para tratar de reducir las molestias de las agujetas:
➤ Utiliza unas medias de compresión después de hacer ejercicio. Es una buena herramienta que ayuda a favorecer el retorno venoso y disminuye el dolor muscular tardío.
➤ Aplica masajes suaves para drenar todas la sustancias inflamatorias. Puedes masajear una zona dolorida con la ayuda de un rodillo de foam. Lo aceptable es sentir una leve molestia, pero no un dolor excesivo. Es más, si el músculo en cuestión está demasiado dolorido, será mejor masajear la zona de alrededor.
➤ Los vendajes neuromusculares o kinesiotaping también ayudan a reducir los dolores musculares.
➤ Reposo activo. Necesitas mover tu cuerpo y hacer ejercicio ligero. Quedarte en el sofá no es la solución.
➤ La crioterapia es otra buena opción para aliviar las molestias producidas por las agujetas. Incluso puedes recurrir al uso de compresas frías y calientes, aplicadas en la zona muscular en la que tengas las agujetas.
En general, las agujetas duran como máximo una semana. Si después de siete días todavía padeces dolores muy agudos, te recomendamos que pases por una consulta médica, ya que podrías sufrir un desgarro muscular.
Las agujetas son una lesión autolimitada que se cura sola. Basta con guardar el reposo adecuado y reanudar el ejercicio de manera progresiva. Un buen tratamiento para las agujetas de las piernas son los estiramientos de cuádriceps y gemelos.
Al final de un entrenamiento, ruta en bicicleta o carrera a pie siempre debes realizar un estiramiento adecuado de tus músculos para relajarlos y evitar rigidez. Aplicar un leve masaje en la zona afectada con aceite de lavanda o pomadas antiinflamatorias también puede ser interesante.
Ya has visto que no existe una fórmula mágica ni un producto milagroso que evite la aparición de las temidas agujetas. No obstante, aplicar los cuidados que acabamos de ver te puede ayudar a reducir las molestias.