Beneficios de estirar después de entrenar
Los expertos recomiendan emplear un mínimo de 10 minutos a esta parte del entrenamiento. Lo ideal es dedicar unos 20-30 segundos a cada grupo muscular. La respiración juega un papel esencial en este proceso. Además, debes evitar estirar más allá del punto en el que empiezas a sentir molestias en el músculo. La regla de oro es que el estiramiento nunca debe doler.
Estos son algunos de los beneficios de hacer estiramientos después de entrenar:
➤ Favorece los tiempos de recuperación. Estirar de forma gradual después de la actividad física favorece el flujo sanguíneo. De esta manera, el músculo recibe más oxígeno y nutrientes y, por lo tanto, las fibras se recuperan de manera más rápida y eficiente.
➤ Reduce el dolor muscular. Estirar correctamente después de la actividad deportiva no eliminará el dolor, pero si lo reducirá bastante, del mismo modo que la rigidez, tirones o calambres que puedas sufrir.
➤ Mejora la flexibilidad corporal y la amplitud de rango de movimiento. Los estiramientos ayudarán a tus músculos a ser más flexibles. Las articulaciones, fascias y nervios también conseguirán una mayor amplitud para moverse. Este punto es especialmente interesante en el caso de las personas de edad avanzada, puesto que evita el deterioro de la movilidad.
➤ Permite mejorar la postura corporal. Realizar series de enfriamiento de forma regular, en combinación con ejercicios de fortalecimiento del core, puede ayudar a conseguir una buena postura y alineamiento corporal.
En el caso de sentir un dolor intenso tras un mal gesto, debemos evitar estirar la zona afectada, ya que podríamos estar hablando de una elongación o una rotura de fibras.