Al tratarse de una actividad deportiva que realizamos dentro de un entorno que no es nuestro medio natural, practicar snorkel requiere prestar especial atención a una serie de variables. Los básicos son:
➤ Evita practicar snorkel si padeces algún tipo de patología cardiovascular como infección pulmonar, angina, problemas de asma, hipertensión, enfermedad cardíaca, etc. Si tienes dudas, lo mejor es siempre consultar a un médico.
➤ Respirar con una máscara de snorkel resulta más exigente que nadar. Si en algún momento sientes cansancio, falta de aire o mareos, quítate la máscara y sal a la superficie. Es muy importante saber optimizar la energía en los desplazamientos. Una buena práctica para favorecer la recuperación es quedarnos quietos flotando mientras vemos el fondo marino. De este modo nos recuperaremos del esfuerzo para poder seguir nadando por la zona en la que estamos practicando snorkel.
➤ Al igual que ocurre con cualquier otro deporte acuático, intenta ir acompañado siempre que vayas a practicar snorkel. Nunca estamos exentos de sufrir un accidente o complicación. Por ello, es importante tener un compañero nos pueda ayudar o dar la voz de alarma en caso de emergencia. Además, estar acompañados permite disfrutar mucho más de la actividad.
➤ Antes de adentrarte en el mar, ten precaución con las corrientes marinas y mantén una distancia prudente respecto a la orilla. Presta atención al viento, al oleaje y respeta siempre las banderas para prevenir accidentes.
➤ Si es la primera vez que practicas snorkel, lo mejor es que lo hagas en una zona tranquila con poca profundidad en la que hagas pie.
➤ En función de las condiciones climáticas deberás protegerte del frío.
➤ Respeta la fauna y la flora marina. Limítate a observar y no toques nada. Ten en cuenta que no eres un ser marino, y por ello lo que parece inofensivo, no siempre lo es. Por ejemplo, los corales son urticarizantes y nos producirán reacción en la piel, al igual que los erizos de mar o determinadas algas.