Qué es mindfulness y cuáles son los beneficios de esta técnica

Qué es el mindfulness y por qué debería empezar a formar parte de tu día a día

La técnica mindfulness se centra en estar presente, observando sin juicio pensamientos, emociones y entorno. A continuación, te contamos cuáles son sus principales virtudes.

El ritmo de vida tan alterado y ajetreado que llevamos incita a buscar ciertas prácticas en las que apoyarnos para poder cuidar tanto de nuestro interior como de nuestra paz mental. Encontrar el equilibrio entre una actitud con la que abarcar cualquier tipo de situación que se nos presente y una postura en la que no olvidarnos de mantener la calma en todo momento es más importante para la salud de lo que creemos.

Bien es cierto que, a pesar de que todos deberíamos ser capaces de darnos al menos un momento de pausa al día, no se suele tener en cuenta hasta que no se conoce de forma exhaustiva al mindfulness y a la importancia de practicarlo.

Aunque hacer una pequeña pausa puede parecer un gesto insignificante, no se puede negar que si la empleas bien puede ayudarte a sentirte renovado e, incluso, a coger fuerzas para descubrir la multitud de cosas positivas que te rodean. Parar para volver a conectar es lo que realmente se acaba valorando y es la línea principal que sigue esta práctica popular.

Te ayudamos a conocer al mindfulness a través de ejercicios de una forma mucho más exhaustiva y a entender por qué esta práctica budista ha logrado ser tan necesaria en el día a día de quienes buscan paz y tranquilidad para cuidar de ellos mismos. ¡Prepara tu esterilla antideslizante y dedícate un momento de calma!

¿En qué consiste el mindfulness?

Seguramente que si eres una persona preocupada por mantener tanto su bienestar y alimentación saludable como una buena nutrición y salud sabrás la popularidad que esta disciplina ha ganado en los últimos tiempos.

Está confirmado que el mindfulness se encarga de tomar la decisión consciente de integrar pausas reflexivas en la vida cotidiana. Destaca, entre otras cosas, por ser considerado como una invitación a vivir el momento.

A pesar de que no tiene los mismos objetivos que la meditación, sí podemos decir que tienen algunas similitudes.

Cuando hablamos de la técnica mindfulness estamos haciendo referencia a una tradicional técnica budista cuyo objetivo principal es centrarse, especialmente, en sentir el presente. Lo más característico de este tipo de meditación es dejar fluir lo que sientes en ese momento y permitir la observación simple sin ningún tipo de juicio ni de pensamientos y, por supuesto, dejando de lado las emociones influenciadas o alteradas por el entorno.

Precisamente en eso consiste el mindfulness, en dejar a un lado el ajetreo del día a día que nos empuja a hacer demasiadas cosas al mismo tiempo, casi de forma automatizada, para empezar a contemplar el mundo tal y como es.

Desde cuándo se conoce el concepto mindfulness

Aunque la mayor parte de nosotros pensemos que es una disciplina de lo más innovadora, el término mindfulness es un concepto moderno que empezó a utilizarse hace unas décadas. Lo utilizaban los budistas para dar cabida a ciertos pensamientos mientras dejaban al margen cualquier tipo de contenido religioso.

En su esencia, el mindfulness, también conocido como concentración plena, es la capacidad de estar presente y consciente en el momento actual, sin juicios de valor. Lo bueno de esta disciplina es que puede ser practicada en cualquier lugar y en cualquier momento. Recuerda que no es necesario ser un monje budista o escapar a un retiro espiritual para poder disfrutar de este momento. Está demostrado que cada vez son más las personas que incorporan esta actividad en su rutina, ya que el mindfulness se ha convertido en una herramienta ideal y de gran utilidad en la que apoyarse para aprender gestionar el estrés del día a día.

En definitiva, el mindfulness tiene como principal objetivo mejorar la calidad de vida de quienes lo practican y, entre otros de sus grandes beneficios, esta práctica resulta particularmente favorecedor para el tratamiento de ansiedad, estrés y depresión o, incluso, problemas neuronales y algunas enfermedades crónicas.

Gracias a una serie de técnicas mentales, nos permite, también, ampliar nuestra conciencia y atención plena en el momento presente.

Principales beneficios del mindfulness

Como bien has podido comprobar, decidir hacer un parón entre el barullo del día a día y llegar a realizar pausas conscientes puede ayudar a mejorar ciertos aspectos de nuestra vida cotidiana.

A pesar de que son muchas las ventajas de practicar mindfulness, estas son las que consideramos que han llevado a esta disciplina a colocarse entre una de las prácticas de relajación más practicadas en la actualidad.

¿Quieres descubrir cuáles son los beneficios más evidentes del mindfulness? ¡No pierdas detalles de lo que te contamos!

Uno de los beneficios que más colabora en la descripción del mindfulness es, sin duda alguna, la forma de interiorizar que tiene esta práctica de aprender a apreciar mejor los pequeños detalles. Muchas veces dejamos pasar los detalles más insignificantes y, en realidad, es ahí donde está la esencia.
Si tuviéramos que elegir un adjetivo capaz de definir a las personas que llevan a cabo esta práctica, ni que decir tiene que el término curioso estaría entre los más repetidos. Esto se debe a que el foco principal del mindfulness es contemplar cada experiencia desde un punto de vista curioso.
La empatía y la piedad también son una parte imprescindible a la hora de practicar esta técnica de bienestar tan innovadora. Quien práctica mindfulness siente mayor compasión tanto por uno mismo como por los que te rodean.
Entre los beneficios más conocidos de esta práctica y que más nos ayuda a cuidar de nosotros mismos se encuentra la capacidad de esta técnica de reducir los niveles de estrés y ansiedad causados tanto por el ritmo como por el alto nivel de intensidad que manejamos a diario.
Otra ventaja que ofrece el mindfulness cuando lo incluímos en nuestra rutina es la gran capacidad que tiene para ayudar a quienes lo practican de forma frecuente a aprender a aceptar lo que sucede en cada momento.
Dar claridad a tus objetivos y tener claras todas tus prioridades es una de las ventajas que más destacan de esta disciplina. Ni que decir tiene que priorizar y dar paso primero a lo que realmente es prioritario ayuda a mantener la mente en calma más de lo que se pueda imaginar.
Entre los beneficios más dignos de destacar de esta rama de la relajación, esta actividad nos da pautas y conocimientos para poder dejar a un lado pensamientos, sentimientos y actitudes inútiles.
Además, no podemos dejar de mencionar la gran capacidad que tiene esta técnica tanto a la hora de favorecer la concentración como la calidad del sueño.
La mente calmada de las personas que practican mindfulness es más proclive a generar ideas nuevas. Es por esto que se trata de una técnica que favorece la creatividad.

Cómo empezar a practicar mindfulness

Los ejercicios de mindfulness constan de prácticas formales e informales. Por un lado, las formales son las meditaciones propiamente dichas en las que seleccionamos tanto un momento como un lugar donde poder centrarnos para reconducir la mente. Por otro lado, las informales son las que realizas durante tu rutina diaria. Consiste en practicar esta disciplina en momentos de ocio y mientras realizas tareas cotidianas como pueden ser ducharse, cocinar o comer.

En mindfulness se utilizan varias técnicas de relajación y meditación para reducir el ruido mental. Una de las más comunes es centrarse en la respiración, pero hay muchas más. Repara en las sensaciones físicas, como el tacto de la ropa sobre tu piel, los olores que percibimos, el sonido ambiente, la luz... Sobre todo, lo más importante es ser paciente. Frustrarse no forma parte de esta práctica ya que, como en todos los inicios, es un proceso que requiere tiempo y constancia. No dejemos de lado que a la hora de incorporar el mindfulness en tu rutina estás tratando de crear un hábito.

Para empezar a practicar mindfulness te recomendamos utilizar ropa cómoda. Busca un espacio tranquilo y sin ruidos que puedan distraer. Puedes meditar sentado en una silla o en el suelo. En este último caso necesitarás apoyarte en un zafú o cojín de meditación para mantener la espalda recta durante el ejercicio. También te vendrá bien tener a mano una esterilla y una manta.

No dejes de lado la importancia de la posición postural a la hora de llevar a cabo esta práctica. Lo más importante es estar sentado y lo más relajado posible. Puedes adoptar la postura de loto o, simplemente, sentarte sobre una superficie manteniendo la espalda en un ángulo totalmente recto.

Dónde practicar mindfulness

Como hemos mencionado con anterioridad, se puede practicar este método de relajación en cualquier lugar. Sin embargo, en una actividad en la que la calma y la paz son auténticas prioridades encontrar el lugar más idóneo sí puede ayudarnos a profundizar más aún y, también,a mejorar la práctica.

Recuerda que el mindfulness está orientado a mejorar la tranquilidad y el propio bienestar. De ahí la importancia de que cuanto más cómodo y ambientado sea el lugar más facilidad se tendrá a la hora de disfrutar del proceso en esta disciplina.

Los espacios que mejor valorados están para practicar mindfulness son:

En nuestro propio hogar apoyándonos en plataformas online orientadas a fomentar esta disciplina.
Al aire libre en la naturaleza o en espacios de la ciudad especiales para esta actividad.
En centros especialmente diseñados para meditar.
En clínicas, spas o en centros de bienestar.
En el trabajo en tu tiempo de descanso.
Junto a grupos comunitarios de mindfulness de tu propia ciudad.

Después de conocer al mindfulness de una forma mucho más detallada ¿qué más necesitas para saber que esta práctica es la manera perfecta de cuidar de tu bienestar general?