Si viajas a un destino de playa y vas a montar en kayak por primera vez, no te puedes perder las siguientes recomendaciones.
El kayak es una actividad acuática perfecta para los amantes del deporte y la naturaleza que aporta numerosos beneficios tanto físicos como emocionales. Más allá de la sensación de bienestar que experimentamos al liberar endorfinas, ciertos deportes como el kayak o el surf también despiertan en muchos de nosotros una buena dosis de emoción y aventura.
Es cierto que correr por el parque o ir al gimnasio son prácticas saludables. Sin embargo, al estar muy ligadas a nuestra rutina, nos cuesta considerar emocionantes ambas actividades. Al practicarse en un entorno natural privilegiado, hacer una ruta en kayak te permite sentir una conexión directa con la naturaleza mientras disfrutas de la belleza del paisaje y la tranquilidad del mar.
Cada vez son más las personas que apuestan por el turismo activo. Por suerte, el abanico de actividades deportivas en verano es muy variado e incluye opciones para todos los gustos y bolsillos. Junto con el paddle surf, el kayak se ha convertido una de las primeras opciones para todos aquellos que buscan vivir una primera experiencia con los deportes acuáticos. Te invitamos a seguir leyendo para descubrir por qué deberías incluir esta actividad en tus planes vacacionales.
Para tus primeras salidas, lo mejor es elegir un kayak hinchable. Este tipo de embarcaciones son compactas y mucho más sencillas de transportar que los modelos rígidos.
Toda la gama de kayaks hinchables de la marca Itiwit cumple con la normativa ISO 6185-1, que garantiza que la embarcación seguirá flotando para volver a la orilla en el caso de que se produzca un pinchazo en uno de los tubos de su estructura. Recuerda que, si vas a utilizar la embarcación de manera puntual en tus vacaciones estivales, también tienes la posibilidad de contratar un servicio de alquiler por días.
Si bien el kayak se considera una actividad de verano, la temporada estival no es el mejor momento para iniciarte en este deporte. El calor extremo, la gran afluencia de público en las playas y el tránsito marítimo cercano a la costa pueden ser una fuente adicional de estrés para los usuarios que se inician en esta actividad.
Aún así, lo más probable es que sean en verano cuando más ganas tengas de salir de excursión con tu pequeña embarcación. Elige un día despejado y sin viento. El mejor momento del día para salir a remar es a primera hora, cuando el mar está en calma. De todos modos, no olvides echar un vistazo al pronóstico meteorológico antes de salir a remar.
Especialmente si vas a empezar a remar en el mar y no eres un experto navegante, la prudencia es esencial. Comienza practicando en aguas tranquilas y poco profundas para adquirir confianza y mejorar tus habilidades de remo. No te alejes de la costa más de lo necesario.
Antes de empezar a remar, lo primero que debes tener en cuenta es tu posición en el kayak. Siéntate de forma correcta, de manera que las piernas queden ligeramente flexionadas y los pies apoyados en los reposapiés para poder presionar y hacer fuerza cuando comiences a remar. Procura mantener siempre una postura erguida, con la espalda recta.
Una vez hemos subido al kayak, llega el momento de conocer el funcionamiento de la pala. La parte cóncava de la hoja se llama cuchara y sirve para abrazar el agua e impulsar el kayak. La parte convexa de la hoja se llama espalda. Para coger la pala de forma correcta, un buen truco es situar el centro del remo sobre nuestra cabeza y agarrar el mástil con nuestros brazos dibujando un ángulo de 90 grados. Además de ser menos eficiente, remar de forma asimétrica es mucho más incómodo y hará que torzamos el rumbo.
Para ayudarnos en la palada iremos girando el tronco. Si mantienes una posición demasiado rígida, la carga de trabajo de los brazos será mayor y, por tanto, te cansarás antes. El movimiento de rotación del torso debe ayudar a adelantar tus hombros cuando introduzcas la pala en el agua. Asegúrate de mantener un ritmo constante.
Debes introducir la pala lo más adelante y cerca del kayak. Desplaza el remo hacia atrás con movimientos suaves, lo sacas del agua y después rotas con el otro brazo haciendo el mismo movimiento. Como cualquier práctica deportiva, el entrenamiento será lo único que te haga mejorar.
Para girar en marcha, deberás hacer un movimiento de barrido en dirección contraria a donde quieras ir. Por ejemplo, si queremos desplazarnos al lado derecho, deberemos palear en el lado izquierdo únicamente. De esta forma la embarcación se irá girando y cuando tengamos la dirección deseada, seguiremos paleando en ambas partes para mantener nuestra dirección recta.
El chaleco salvavidas es un imprescindible en cualquier ruta de navegación por mar abierto. Elige un modelo adecuado a tu peso y ajústalo correctamente antes de cada salida. Al regresar a casa, no olvides guardarlo en un lugar seco y aislado de los rayos del sol para alargar su vida útil.
Hacer una ruta en kayak por la costa supone estar varias horas remando bajo los rayos del sol. Es por eso por lo que deberás proteger tu piel haciendo uso de crema solar, una gorra o sombrero, gafas de sol y tejidos de licra con protección UPF.
A la hora de subir y bajar del kayak, también vas a necesitar tener protegidos tus pies. Por eso, lo mejor es que lleves unos escarpines. Estas zapatillas resultan ideales para practicar cualquier deporte relacionado con el medio acuático. Son cómodas y fáciles de poner y evitan sufrir un corte o resbalón.
Al igual que sucede con cualquier otra disciplina relacionada con el medio acuático, debes evitar practicar kayak si no sabes nadar. Práctica la entrada en el kayak desde el agua antes de navegar en aguas profundas. Si todavía no puedes volver a entrar en el kayak desde el agua fácilmente, quédate cerca de la costa para que puedas regresar nadando si es necesario.
Evita navegar solo. Nadie está exento de sufrir un accidente. Por eso, lo mejor es que siempre salgas a remar en compañía. Hacer una ruta en kayak es uno de los grandes planes de verano para disfrutar en pareja, familia o con los amigos. Te recomendamos llevar una bolsa estanca para poder llevar contigo todos tus efectos personales: cartera, teléfono móvil, llaves del coche, etc.
Durante la travesía en kayak estamos realizando un esfuerzo físico, y sobre todo en verano, debemos hidratarnos. Haz una parada en alguna cala para beber, comer algo y reponer fuerzas.
Reparar un pinchazo en un kayak inflable es un proceso relativamente sencillo y requiere de ciertas herramientas y materiales básicos. Te descubrimos los pasos generales que debes seguir para solventar este problema y volver al agua con tu embarcación:
1. Localiza el pinchazo. Infla el kayak y utiliza una solución jabonosa o un aerosol para detectar la ubicación exacta de la fuga. Presta atención a cualquier burbujeo o fuga de aire.
2. Desinfla el kayak. Una vez identificado el pinchazo, desinfla completamente el kayak y asegúrate de que esté completamente seco antes de proceder a la reparación.
3. Prepara el área dañada. Limpia el área dañada y retira cualquier impureza, marca o resto de suciedad que observes alrededor del pinchazo. Esto te ayudará a que el parche se adhiera correctamente.
4. Aplica el parche. Utiliza un parche de reparación específico para kayak hinchable. Estos parches generalmente vienen con un adhesivo. Sigue las instrucciones del fabricante para aplicar el parche sobre el pinchazo. Asegúrate de cubrir completamente el área dañada y presiona firmemente para asegurar una buena adhesión.
5. Respeta el tiempo de secado. Deja que el adhesivo haga su tarea. Esto puede llevar varios minutos, dependiendo del producto utilizado.
6. Realiza una prueba de inflado. Una vez que el adhesivo esté completamente seco, vuelve a inflar el kayak y realiza una prueba para asegurarte de que la reparación ha sido exitosa.
Recuerda seguir siempre las instrucciones del fabricante y utilizar materiales adecuados para garantizar una reparación efectiva y duradera. En función del tamaño del pinchazo o del área donde se produzca, es posible que necesites realizar una reparación más exhaustiva o incluso considerar reemplazar la sección dañada del kayak. En estos casos, lo más útil es contactar con un taller especializado en este tipo de reparaciones.
Según dicta la normativa, para navegar en agua dulce es obligatorio contar con el permiso de la confederación hidrográfica de cada río. Las personas interesadas deben presentar una declaración responsable. Este trámite se puede realizar de forma presencial o telemática. Las limitaciones de navegación en estas cuencas hidrográficas están relacionas con el nivel de riesgo que representa navegar en un río o lago.
Para obtener este permiso es imprescindible que las embarcaciones tengan un número de serie. Además, es obligatorio lavar las embarcaciones al entrar y al salir de cada río o embalse. De este modo, evitamos la proliferación de especies invasoras como el mejillón cebra.
Respecto a las playas, con el objetivo de garantizar la seguridad de los usuarios, especialmente de los bañistas, las autoridades establecen zonas de protección, generalmente balizadas. Estas zonas se entenderán situadas en el interior de una banda litoral, paralela a la costa, de 200 metros de ancho, en la cual la navegación está prohibida o condicionada a una velocidad superior a 3 nudos en donde no exista balización.
Todas las embarcaciones o artefactos flotantes, cualquiera que sea su medio de propulsión, que salgan o se dirijan a las playas, deberán hacerlo perpendicularmente a tierra, navegando con precaución y siempre a menos de 3 nudos desde los 200 metros hasta la costa, o viceversa. Si existen canales balizados de acceso, su uso es obligatorio.
Recuerda que la seguridad es primordial al hacer kayak. Asegúrate de conocer tus límites, utilizar equipo de protección adecuado y ser consciente de las condiciones del agua antes de salir a remar.