Cómo empezar a hacer deporte: claves y consejos

Cómo empezar a hacer deporte: claves y consejos

Empezar a entrenar sin haberlo hecho antes o retomar la actividad deportiva después de un largo periodo de inactividad puede parecer complicado pero nunca imposible.

Como habrás escuchado en miles de ocasiones, el deporte es vida y practicarlo al menos una media de 150 minutos por semana es totalmente necesario para poder cuidar tanto de nuestra nutrición y salud como de nuestro bienestar general.

Además de ser conscientes de que establecer una actividad de ejercicios deportivos solo trae consigo beneficios, se necesita prestar atención tanto al tiempo que se dedica a practicarla, y qué tipo de ejercicios se llevan a cabo, como al tipo de alimentación y nutrición deportiva que se sigue. Velar para conseguir una dieta equilibrada y acompañada, también, de una buena calidad a la hora de dormir son factores totalmente necesarios para poder hacer deporte.

Todos estos requisitos son los que nos ayudarán a mantener, al máximo, una vida sana y en los que nos podremos apoyar para incorporar cualquier de los deportes elegidos en nuestra rutina diaria.

Si quieres empezar a hacer deporte pero no sabes por dónde empezar, te contamos algunas claves que pueden ayudarte a combatir la pereza.

Remodela tus hábitos diarios y reserva tiempo para entrenar

Para poder conseguir un cambio es imprescindible ser conscientes de que nuestra rutina diaria tiene que mejorar.

Muchas veces no es fácil añadir la práctica de ejercicio deportivo a tus hábitos diarios, ya que esto conlleva una modificación de tus costumbres.

Esto parece obvio, pero cuando no tenemos una rutina donde está incluido el deporte, lo más probable es que a la mínima dificultad nos digamos frases como “no tengo tiempo”, “hoy tengo que hacer otras cosas”, etc. Esto es porque, a fin de cuentas, no tenemos priorizada la práctica deportiva y solemos poner esta actividad la última en nuestra lista de prioridades.

Por ello, el primer paso de todos es saber que tenemos que “cambiar el chip” y que aunque solo puedas reservar 20 minutos de tu día, serán suficientes para poder empezar a coger el hábito y, de manera progresiva, este pequeño cambio hará que vayas aumentando tu compromiso y constancia.

Marca objetivos alcanzables

Otra de las dificultades que podemos encontrar a la hora de querer empezar a hacer deporte es la necesidad de querer establecer objetivos muy ambiciosos.

Por norma general, quien incorpora el deporte en su vida como una obligación, más que como una pasión, necesita ver que su esfuerzo y su compromiso se ven reflejados en resultados inmediatos.

Como bien sabemos, marcarnos propósitos inalcanzables no genera una adherencia a la rutina y, como suele suceder, esto causa el abandono temprano del deporte o de cualquier actividad que requiera un cierto esfuerzo.

En la mayoría de las ocasiones, se tiende a establecer objetivos demasiado ambiciosos o que se deben cumplir en un corto periodo de tiempo. Esto tiene como consecuencia no poder alcanzarlos y con ello, desmotivarse por haber “fallado”.

Por ello, es esencial que seamos realistas y que nos marquemos objetivos alcanzables, sencillos y a los que podamos acceder de forma coherente sin perder, en ningún momento, la motivación. 

Incorpora actividades deportivas de manera gradual

Una vez que ya tenemos claro que queremos que el deporte forme parte de nuestras vidas, lo siguiente que tenemos que hacer es empezar por escoger actividades sencillas y que nos llamen la atención e incorporarlas en nuestra rutina de forma progresiva.

Además, existen varias razones por las que es importante que se empiece a practicar deporte de manera gradual. Las más relevantes son:

  • Si el cuerpo no está acostumbrado a hacer deporte, tanto los músculos como las articulaciones necesitan un periodo de adaptación. De esta forma evitaremos, al máximo, la posibilidad de sufrir lesiones. 
  • A pesar de que el deporte es bueno para la salud, si lo incorporamos de forma agresiva puede traer consigo sobreesfuerzos. Por lo tanto, la adaptación cardiovascular está totalmente alineada a la integración escalonada de la actividad deportiva.
  • Crear una rutina que se sostenga con el paso del tiempo también es uno de los motivos por los que empezar la práctica deportiva despacio tiene todo el sentido. 
  • Cuando alguien no está acostumbrado a hacer deporte, la sensación de fatiga puede aparecer con mayor facilidad. El proceso paulatino nos dará la oportunidad de adaptarnos con facilidad. 

Combina la práctica de deporte con una alimentación equilibrada

Cuando hacemos deporte buscamos mejorar nuestro estilo de vida y nuestra salud, pero también solemos buscar mejorar nuestra apariencia física.

Incorporar actividad deportiva en nuestra rutina diaria y acompañarla de una dieta equilibrada y completa será la forma idónea tanto de alcanzar nuestros objetivos como de conseguir la energía adecuada que tanto necesitamos para practicar ejercicio.

Mejorar los hábitos alimenticios no significa que tengamos que llevar a cabo una dieta estricta. Recuerda que el ejercicio y la alimentación siempre van de la mano y que saber qué alimentos se deben comer para mejorar nuestro rendimiento físico nos ayudará, sobre todo, a entender qué necesitamos ingerir para seguir una nutrición deportiva adecuada.

Dejar de lado lo que indique la báscula

Muy alineado al punto anterior, en el momento en el que empezamos a hacer deporte nos obsesionamos con bajar de peso y con el número que aparece en la báscula.

Lo importante cuando estamos en este punto es no dejar que los kilos sean nuestro foco y recordar que lo primordial es realizar una rutina entretenida que nos ayude a sentirnos mejor con nosotros mismos.

En el peso no se ven reflejadas las mejoras relacionadas ni con la flexibilidad ni con la resistencia o con la fuerza a la hora de llevar a cabo tu nueva actividad preferida.

¡No dejes que la báscula se convierta en tu peor enemiga!

Cómo empezar a hacer deporte: claves y consejos

Apunta tu progreso

Los progresos siempre son lentos y requieren de tiempo. Por ello, en muchas ocasiones no somos conscientes de los resultados que vamos consiguiendo con el ejercicio.

Anota después de cada entrenamiento, en una libreta, en el móvil o en el ordenador lo que hayas hecho. Después de los dos primeros meses, revísalo y podrás analizar tu evolución.

Otra de las opciones es hacerte fotos para ver también el cambio físico, ya que podrá ser útil si este criterio está dentro de tus objetivos.

Si estás siguiendo una dieta equilibrada y completa y ves que ya estás totalmente familiarizado con el deporte, prémiate tanto por tu esfuerzo como por tu constancia y tu dedicación. ¡Busca snacks saludables y disfrútalos como te mereces!

Haz deporte en grupo

La mayor parte de las ocasiones quien empieza a hacer deporte tiene la sensación de que entrenar solo no siempre es divertido. Por ello, una buena opción con la que vencer este tipo de malas impresiones es convencer a alguien de tu familia o practicar actividades conjuntas con amigos. De esta manera, cancelar el entrenamiento será más complicado, puesto que el compromiso ya no solo será contigo mismo, sino también con otra persona.

También puedes practicar un deporte de equipo como fútbol, baloncesto, balonmano, etc. O ir a clases en grupo como pilates, yoga o boxeo.

Elige ropa deportiva que te haga sentir bien

Además de apoyarte en otras personas, ir a la tienda de equipamiento deportivo y elegir la ropa deportiva también será una manera tanto de empoderarte como de sentirte bien contigo mismo.

Ni que decir tiene que este punto también es clave para aumentar con creces la motivación a la hora de entrenar.

Si se tiene ropa de deporte con la que se disfruta, la incorporación de estas actividades en el día a día será mucho más sencillo.

Confía en ti

No compares tus resultados ni tu evolución con nadie, ya que cada persona tiene un nivel y unas condiciones diferentes. Es por ello que debes ser amable contigo mismo y respetar tus tiempos y capacidades. Recuerda que hacer ejercicio físico es bueno para tu salud mental y física, por lo que debes cuidar ambas para estar en equilibrio. 

Comenzar a hacer deporte es la mejor manera de cuidarte y dedicarte tiempo y espacio a tu salud. Al principio puede que cueste un poco, pero cuando vayas notando la evolución y te vayas sintiendo mejor, ¡no podrás parar!

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