Jugar al fútbol con los niños dentro de casa no es una de las mejores recomendaciones que podemos darte. Sin embargo, si tienes la suerte de tener un pequeño jardín, la idea de montar un campo de futbol suena genial para pasar un buen rato con los niños.
Antes de empezar a jugar al fútbol en tu jardín, necesitarás tener al menos una portería, que puede ser fija o hinchable. Delimitando el terreno de juego, es posible hacer algunos juegos de uno contra uno, tiros a puerta con o sin portero, retos de golpear el larguero o retos de precisión con la ayuda de una diana. Verás goles de todos los colores y a tus hijos en el jardín celebrando cada tanto como sus ídolos.
Puedes poner a prueba tu puntería con algunos juegos de precisión. Disparar con el balón a una diana te ayudará a mejorar la precisión mientras te diviertes. También puedes determinar la puntuación que tiene cada zona de la portería. Una vez que empiece el juego, no sabrás cuándo va a terminar porque siempre quedará tiempo para "un último intento".
La elección de la portería y la pelota debe adaptarse al espacio que tengas en casa. Actualmente, puedes encontrar porterías de cualquier tamaño: S, M o L. Elige una portería que te permita disponer de espacio suficiente para jugar y, sobre todo, deje la distancia suficiente para hacer lanzamientos. En cuanto al balón de fútbol, te aconsejamos elegir un modelo ligero, o en su defecto, una pelota de espuma si tienes niños pequeños.