¿Cómo lavar a un caballo?
Del mismo modo que debemos mantener limpia la cuadra para favorecer el bienestar y la salud del caballo, también es fundamental prestar especial atención a su propia higiene. Si bien no hay una frecuencia definida para duchar al animal, dependerá fundamentalmente del ejercicio físico al que haya sido sometido.
Lo que sí debemos cuidar a diario es el estado de los casos y el pelaje del caballo. Más allá del buen aspecto, cepillar al caballo permite eliminar las células muertas del pelo, la suciedad acumulada y las toxinas. Además, practicar resta rutina a diario ayuda a reforzar los lazos de confianza entre el animal y el cuidador.
Por otro lado, para el cuidado del pie, primero debemos empezar por la parte superior del casco retirando toda la suciedad acumulada con la ayuda de un cepillo de cerdas; posteriormente seguimos con la suela y sobre todo con los surcos de la ranilla. Para esto te será útil usar el limpiacascos.
También es importante vigilar que ninguna piedra o elemento externo se haya podido quedar alojado en los cascos del caballo. Revisar este punto no cuesta nada y ayuda a evitar que se puedan generar heridas innecesarias.
A la hora de elegir la grasa o aceite más adecuado para el cuidado y la hidratación de los cascos de nuestro caballo, deberemos tener en cuenta el estado del terreno en el que se encuentra, si hay barro o charcos, si su cuadra está húmeda y si el paddock o cerca es una zona seca.