Cuidados del caballo

Cuidados del caballo

Al igual que sucede con cualquier otro animal, tener un caballo a cargo es una gran responsabilidad. A continuación, te descubrimos los puntos que debes tener en cuenta para el cuidado del corcel.

La alimentación del caballo

El aparato digestivo de los equinos es un sistema bastante sensible, por lo que debemos prestar atención a la alimentación para evitar cualquier tipo de complicación. El intestino de estos animales tiene una longitud aproximada de 26 metros. Esto hace que sus digestiones suelan ser bastante pesadas.

A sabiendas de que la principal causa de muerte de los caballos es el cólico equino, llevar a cabo una buena alimentación y realizar ejercicio a diario son dos tareas fundamentales para garantizar el buen tono físico del animal. La dieta puede variar en función de distintos factores como el tamaño, el peso, la raza, la edad o la actividad física del caballo.

Cuidados del caballo

Como alimentos esenciales tenemos la alfalfa, el heno, la paja y el pienso. Recuerda alimentar al caballo varias veces al cabo del día respetando unos horarios fijos para evitar generar trastornos gástricos. Después de la ingesta, hay que dejar al menos una hora de descanso antes de retomar la actividad. Debes ejercitar al caballo a diario, puesto que la falta de movimiento le origina gases y problemas digestivos.

Más allá de la comida, el caballo necesita beber una gran cantidad de agua limpia y fresca. En función de diferentes factores como el tipo de ejemplar, la época del año, la actividad física y la alimentación, es común una dosis diaria de entre 25 y 75 litros. Los expertos recomiendan que el consumo de agua tiene que rondar los 5 litros por cada 100 kg de peso corporal.

Cuidados del caballo

¿Cómo lavar a un caballo?

Del mismo modo que debemos mantener limpia la cuadra para favorecer el bienestar y la salud del caballo, también es fundamental prestar especial atención a su propia higiene. Si bien no hay una frecuencia definida para duchar al animal, dependerá fundamentalmente del ejercicio físico al que haya sido sometido.

Lo que sí debemos cuidar a diario es el estado de los casos y el pelaje del caballo. Más allá del buen aspecto, cepillar al caballo permite eliminar las células muertas del pelo, la suciedad acumulada y las toxinas. Además, practicar resta rutina a diario ayuda a reforzar los lazos de confianza entre el animal y el cuidador.

Por otro lado, para el cuidado del pie, primero debemos empezar por la parte superior del casco retirando toda la suciedad acumulada con la ayuda de un cepillo de cerdas; posteriormente seguimos con la suela y sobre todo con los surcos de la ranilla. Para esto te será útil usar el limpiacascos.

También es importante vigilar que ninguna piedra o elemento externo se haya podido quedar alojado en los cascos del caballo. Revisar este punto no cuesta nada y ayuda a evitar que se puedan generar heridas innecesarias.

A la hora de elegir la grasa o aceite más adecuado para el cuidado y la hidratación de los cascos de nuestro caballo, deberemos tener en cuenta el estado del terreno en el que se encuentra, si hay barro o charcos, si su cuadra está húmeda y si el paddock o cerca es una zona seca.

¿Cómo peinar a un caballo?

Es importante cepillar al caballo con relativa frecuencia. Al mantener tanto la cola como las crines limpias y desenredadas, evitarás que se asienten algunos parásitos como los piojos. Los cuidados dependerán de la raza del caballo y la disciplina a la que se dedique.

En general, las siguientes prácticas se deben aplicar a todos los caballos:

- El cepillado debe realizarse siempre con las crines secas.
- En el caso de que el caballo tenga las crines sean largas, lo mejor es aplicar un acondicionador para evitar tirones de pelo y peinar con mayor comodidad.
- Es aconsejable recortar las crines cada cierto tiempo. Esto ayudará a reparar el cabello y devolverle su vitalidad.
- A la hora rapar al caballo utiliza una maquinilla de esquilar. Debe seguirse siempre la misma dirección: se comienza por la zona de la cruz y se finaliza en la nuca.

Antes de trenzar la crin, es necesario lavarla y peinarla para desenredarla bien. Para ello, debes emplear un champú especial. De este modo, podremos manejar las cerdas mejor y se mantendrás limpias durante más tiempo. Eso sí, las trenzas no deben permanecer más de 3 días. No solo por motivos higiénicos, sino porque resultan incómodas para el animal.

Lo que sí es importante tener claro es que deben cepillarse siempre hacia el lado izquierdo. Esta costumbre se hace desde la doma. Así el animal se acostumbra a recibir al dueño siempre por el mismo sitio.

Cuidados del caballo

Sin duda, la equitación es un deporte reservado para aquellas personas que sientan verdadera pasión por el mundo del caballo. Esto implica asumir los cuidados del caballo para ofrecerle un mantenimiento adecuado que garantice su salud y bienestar.

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