Anatomía de una tabla de surf
Conocer cuáles son las diferentes partes de una tabla de surf te ayudará a entender el comportamiento de la misma en el agua. Además, ni que decir tiene que saber cuál es la estructura de tu tabla es la única forma de saber manejarla al 100%. El rendimiento y la personalización en su uso depende, en su mayoría, de la relación que se pueda crear entre surfista y tabla.
Con el objetivo de saber cuál es la estructura de una tabla de surf, podemos dividir el esqueleto en las siguientes partes:
- Nose o punta. Es la parte delantera de la tabla de surf y uno de los factores que más influyen en la capacidad de rendimiento de los surfistas. Además, también es una parte tan esencial como crucial a la hora de favorecer la funcionalidad sobre la tabla en función de las olas y de los diferentes niveles y estilos de cada deportista. En función del tipo de tabla que elijas y de las necesidades que tengas, la punta puede ser redondeada, puntiaguda o, también, en forma de pala. Con respecto a las primeras favorecen el remado y la flotabilidad. Sin embargo, las segundas destacan por ser las mejores opciones para los surfistas que tienen un estilo mucho más radical o, incluso, para todos aquellos que buscan cortar olas grandes. La velocidad y la capacidad de maniobrabilidad también se ven afectados por esta parte de la tabla. En definitiva, el comportamiento de la tabla dentro del agua se debe, en su mayoría, al nose y a cómo este afecta a la hora de coger las olas.
- Tail o cola. Es la parte trasera de la tabla. Con respecto a esta parte podemos decir que también se pueden encontrar diferentes formas según el estilo de surf de cada usuario. Es decir, la elección de la cola de una tabla de surf tiene que estar totalmente acorde al estilo de surfear que tenga cada deportista. En función del tipo de tabla, el tail será cuadrado, redondeado, de golondrina, redondo en su totalidad, con forma de pico o con forma de diamante. Al igual que ocurre con el nose, el tail también es totalmente necesario para mejorar tanto la capacidad de maniobrar como el rendimiento y la velocidad. Elegir la cola de una tabla no solo sirve para mejorar la habilidad del deportista, también es una forma de adaptarnos al tipo de olas que solemos coger. Si el estilo de surf está más focalizado a coger olas grandes, el tail tendrá que ser más estrecho y si las olas son más pequeñas su forma tendrá que ser mucho más ancha. La posibilidad de mejorar la experiencia sobre tu tabla está en manos de la cola.
- Stringer o alma. Es una pequeña tira que se extiende desde la parte delantera hasta la trasera de la tabla. Esta pieza longitudinal suele estar fabricada con materiales rígidos pero, sobre todo, con madera. Otros materiales que se utilizan para su fabricación son el pvc, el poliestireno y el poliuretano. Podemos localizarla en el centro de la propia tabla. Su función principal es aportar rigidez para que la tabla sea mucho más resistente. Destaca por focalizarse en equilibrar el esqueleto de la tabla. A pesar de que este puede ser su objetivo principal, mantener el peso del surfista y el equilibrio del mismo debajo de las olas también es una de sus mayores virtudes. A estas excelencias también hay que añadir la capacidad de fomentar la flexibilidad a la hora de surfear. Dependiendo del tamaño de la tabla, ésta puede tener más de un stringer.
- Rails o cantiles. Los bordes o los cantos de las tablas de surf son lo que conocemos como cantiles o rails. Esta parte es tan esencial ya que es la principal encargada de interactuar con las olas. Destacan, sobre todo, por ser quienes determinan cómo se va a comportar la tabla en las distintas situaciones a las que se enfrente. La velocidad, la capacidad de mantener el equilibrio de la tabla a la hora de girar e, incluso, el agarre a la hora de coger olas son factores que se ven afectados dependiendo del tipo de cantiles que se hayan escogido. Rails redondos, rails afilados, rails 50/50, rails 60/40 o down rails. Todos ellos son capaces de satisfacer las necesidades de los diferentes tipos de surferos que existen. Al estar en constante contacto con el agua, su forma determina nuestra estabilidad. Bien es cierto que podemos confirmar que cuanto más curvo sea más fácil será maniobrar.
- Deck o parte superior. Es la parte superior de la tabla, donde se colocan los pies. Podemos definir a esta parte como la zona en la que se sube y se apoya el surfista ya que es la encargada de ayudar al deportista a mantenerse de pie a la hora de coger olas. Tanto el equilibrio como el control y la capacidad de hacer maniobras se ven totalmente influenciadas por esta zona de la tabla. Por norma general, el deck está fabricado con epoxi, espuma de poliuretano o de poliestireno expandido. elegir un material u otro dependerá tanto del nivel de profesionalidad como de las necesidades de cada persona. Suele ser plano aunque en muchas ocasiones también puede presentar una forma cóncava.
- Bottom o parte inferior. Es la parte inferior de la tabla, donde se sitúan las quillas y la zona que está en contacto directo con el agua. Su contorno y la forma de su diseño son cruciales para mejorar la estabilidad, el rendimiento y la resistencia sobre la propia tabla. En muchas ocasiones suele ser ligeramente cóncavo para que la tabla se agarre bien a la pared de la ola. Está recubierto, en su mayoría con materiales de fibra y de vidrio con la intención de crear una superficie mucho más tersa, llana y duradera.
- Rocker o curvatura. Este concepto hace referencia a la curvatura de la tabla. La importancia del rocker es tan alta que esta zona destaca por ser una de las más influyentes a la hora de maniobrar o, incluso, de la capacidad del surfista para adaptarse a las olas. Podemos decir que un rocker pronunciado favorece los giros, pero perjudica a la velocidad. Esta configuración es ideal para coger olas pequeñas y blandas. Por contra, un rocker más plano hace que la tabla sea más veloz, pero el giro sale perjudicado. Esta forma está pensada para surfistas experimentados que buscan olas potentes.