Elegir adecuadamente el equipaje también es un punto esencial a tener en cuenta, ya que ese peso lo tendrás que mover después subido en la bicicleta.
En función del destino y la estación del año, la ropa de bicicleta a llevar será una u otra: cortavientos, impermeables, maillots de manga corta o larga, culottes o mallas largas…
Además de la ropa de cambio, no debes olvidar incluir en el equipaje un botiquín de primeros auxilios y un pequeño kit de herramientas.
Aunque lo realmente imprescindible es que lleves agua. Incluye al menos uno o dos bidones que se acoplen al cuadro de la bicicleta o en los huecos del maillot. También es importante que lleves algo de comida para el avituallamiento. Es posible que en tus primeras salidas lleves demasiadas cosas que luego no necesites, pero ya irás aligerando el peso de la mochila cuando vayas ganando experiencia con el tiempo y las rutas acumuladas en las piernas.