Receta para preparar pan proteico, el complemento ideal para tu dieta

Estos son los pasos a seguir para elaborar una receta de pan proteico de manera sencilla, un alimento ideal para acompañar todas tus comidas.

Además de ser un deleite para el paladar, el pan proteico te aporta ese extra de proteínas que necesitas para potenciar tus ganancias musculares y recuperarte después de las sesiones intensas en el gimnasio. Si quieres aprender a preparar un pan proteico casero bajo en carbohidratos, en las siguientes líneas te contamos paso a paso cómo elaborar esta receta saludable.

Ingredientes para preparar pan proteico casero

2 tazas de harina de avena.
1 taza de harina de almendra.
1 taza de proteína en polvo.
1 sobre de levadura seca.
1 cucharada pequeña de sal.
1 taza de leche (puedes usar leche de almendra o avena).
2 cucharadas de miel (o tu edulcorante favorito).
3 claras de huevo.
1/4 taza de aceite de coco.
Semillas de chía para aportar un toque crujiente.

Instrucciones: cómo preparar un proteico casero paso a paso

Mezcla las harinas y la proteína en polvo. En un tazón grande, mezcla la harina de avena, la harina de almendra y la proteína en polvo. Esta mezcla será la base de tu pan, ¡así que asegúrate de que esté bien integrada!
Activa la levadura. Disuelve la levadura en la leche y deja que repose durante unos minutos. Cuando veas burbujas, ¡la magia está sucediendo!
Añade el toque dulce y las claras de huevo. Incorpora la miel a tu mezcla de harinas y luego agrega las claras de huevo. Esto le dará a tu pan esa esponjosidad que todos amamos.
Integra la levadura. Vierte la mezcla en un tazón grande y mezcla todo con energía hasta que obtengas una masa uniforme.
Incorpora el aceite de coco. Agrega el aceite de coco derretido a la mezcla. Esto no solo le dará un sabor increíble, sino que también aportará grasas saludables.
Deja que la magia suceda. Cubre tu masa con un paño húmedo y deja que repose en un lugar cálido durante aproximadamente una hora.
Dale forma a tu pan. Una vez que la masa haya duplicado su tamaño, sácala y dale forma a tu pan.
El toque final. Antes de meterlo al horno, esparce esas semillas de chía por encima. Esto no solo le da un toque crujiente, sino que también añade un impulso de omega-3 para el cerebro y los músculos.
¡Al horno! Precalienta el horno a 180 grados y hornea el pan durante unos 25-30 minutos.
Deja que se enfríe y disfruta. Deja que tu pan proteico descanse un poco después de salir del horno. Corta una rebanada, úntala con tu crema de cacahuete favorita, y disfruta.

En definitiva, el pan proteico es un complemento ideal para tu dieta. Se puede tomar con los mismos productos con los que te tomarías cualquier otro pan, pero para resaltar sus propiedades es aconsejable acompañarlo de vegetales o de otras proteínas bajas en grasas: en el desayuno, por ejemplo, es ideal con tomate o aguacate, e incluso con alguna mermelada sin azúcar; mientras que en la cena es perfecto como base de champiñones o espárragos o acompañando ensaladas, queso fresco, huevos, carnes magras o pescados.