Lubricar correctamente la cadena de la bicicleta

Lubricar correctamente la cadena de la bicicleta

Te presentamos nuestro método testado y validado por los mecánicos del equipo de VAN RYSEL | AG2R LA MONDIALE U19 y nuestros embajadores.

Cuando te subes a la bicicleta, debes prestar atención a que todo funciona a la perfección: los frenos, el manillar, las ruedas…Sin embargo, hay un componente que suele pasar bastante desapercibido y no somos 100% conscientes de lo importante qué es para la bici ruede con total suavidad, sin ningún tipo de ruido extraño y sin causar un desgaste prematuro. ¿Sabes ya a qué nos referimos? Exacto, a la cadena.

Lubricar correctamente la cadena no debe ser un “lujo” para mecánicos expertos, se debe convertir en toda una rutina de mantenimiento que te permita, a largo plazo, ahorrar dinero, alargar la vida útil de tu transmisión, esa combinación entre piñones, platos y cambios, y disfrutar de cada pedalada sin tener que preocuparte por chirridos o cambios imprecisos.

Como sabemos que eres un auténtico apasionado del ciclismo, hoy queremos explicarte no solo cómo aplicar el lubricante adecuado, sino también cuándo debes hacerlo, con qué frecuencia, qué errores debes evitar y cuáles son los factores que afectan directamente al estado de tu cadena. Ojo, que una cadena bien cuidada es el auténtico corazón de tu bicicleta a pleno rendimiento. 

Mantenimiento: ¿Cuándo y por qué limpiar la cadena de tu bicicleta?

Una buena limpieza tendrá un efecto inmediato: toda la suciedad acumulada durante la conducción crea una fricción superflua que provoca una importante pérdida de energía (hasta 15 vatios). Esta pérdida de energía tiene importantes consecuencias en el rendimiento de los ciclistas, sea cual sea su nivel o su uso. No solo ganarás en eficiencia de pedaleo, sino que también mejorarás la vida de tu bicicleta.

A la hora de lavar tu cadena, aprovecha para limpiar toda la transmisión: desviadores delantero y trasero, cassette y platos.

Las condiciones climáticas también tienen un efecto sobre la frecuencia con la que cambia su lubricante. Por ejemplo, cuando llueve regularmente, probablemente necesitará lubricar su cadena con más frecuencia.

Aunque no existe una regla universal que nos indique cuándo lubricar la cadena, sí te diremos que en condiciones normales de carretera seca lo habitual suele ser cada 200-300 km o, al menos, una vez al mes. Si en tu caso circulas por barro, nieve o uso urbano con mayor intensidad, lo ideal es que lo lubriques cada salida o cada pocos días. Hay ciertos signos que nos indican que este proceso tiene que ser antes de lo habitual. Desde escuchar ruidos extraños en la cadena hasta cambios imprecisos o saltos, suciedad visibles o ver cómo la superficie del eslabón se encuentra seca.

¿Cómo limpiar correctamente la cadena de su bicicleta?

Para que la lubricación sea efectiva, la cadena debe estar limpia, seca y completamente desengrasada.

Para un lavado rápido de tu cadena, puedes hacerlo directamente en tu bicicleta, sin necesidad de desmontarla. Usa un producto desengrasante para eliminar la suciedad y la grasa, luego frota con un cepillo. Luego, enjuaga y seca tu cadena antes de lubricarla. También puedes utilizar una arandela de cadena, que facilitará la operación.

Es importante que sepas que aplicar lubricante sobre una cadena sucia suele ser uno de los errores más frecuentes y que más solemos hacer. Si ves que tu cadena tiene barro, arena o restos de uso, el lubricante solo te servirá como “pegamento” para la suciedad, y acelerará mucho más el desgaste interno. ¡No caigas en esa trampa!. Lo mejor, como te decíamos, es que se encuentre completamente limpia y seca antes de que puedas seguir con el proceso de lubricación.

Recuerda realizar periódicamente un lavado completo de tu cadena: se recomienda desmontar la cadena y también puedes limpiar toda tu transmisión. Descubre todos los pasos para una buena limpieza, a continuación.

Factores clave que afectan a la lubricación de la cadena 

Ojo que esto no se trata únicamente de aplicar lubricante y listo, existen una serie de condiciones en cuánto, cuándo y cómo debes lubricar la cadena. El primero de todos ellos es el terreno. Si en tu caso estás rodando por carreteras secas y limpias, las necesidades serán bastante diferentes a salir por caminos con barro, lluvia o nieve donde la cadena está más expuesta y se tiende a ensuciar mucho más, acumulándose agua y grava, lo que hará que se pierda su eficacia muy rápidamente.

La frecuencia de uso también es un factor que debes tener muy en cuenta. Una bici que se utiliza a diario requiere de un mantenimiento más constante que una que solo se usa de forma ocasional. Además, el tipo de lubricante que utilices, algo que te explicaremos más adelante, también condiciona, y mucho, la frecuencia de aplicación. Por último, pero no menos importante, está el aspecto del desgaste de la cadena. Sí, cuando más estirada o usada se encuentre, más importante es que la lubricación sea óptima, ya que los eslabones ya trabajarán con tolerancias mayores. Lo que hace que se requiera de un “aceite” interno de mayor calidad.

Dicho esto, está claro que entender cada uno de estos factores te va a ayudar a ajustar el procedimiento en función de tus condiciones de uso. Además, por supuesto, de no caer en el error de aplicar lubricante por mera inercia y sin ningún tipo de criterio.

Desmontar la cadena de la bicicleta

Lo ideal para una buena limpieza es desmontar la cadena de tu bicicleta que será más práctica de lavar una vez suelta de la transmisión. Tómate el tiempo para memorizar o tomar una foto del sistema para luego volver a armarla correctamente.

Si tu cadena tiene un eslabón rápido, puedes usar tus propias manos y forzar un poco para abrir el cierre rápido. Para hacer esto, presiona con fuerza los extremos de este eslabón para abrir la cadena y quitarla fácilmente de la transmisión.

Si la cadena de tu bicicleta no tiene un eslabón rápido, debes tener un tronchacadenas para poder abrirlo y quitarlo del conjunto de transmisión. Lo ideal es tener una cadena floja para poner el tronchacadenas, de modo que puedas sacarlo del plato delantero como si se hubiera salido.

Coloca la herramienta de cadena directamente en uno de los eslabones de su cadena y luego atorníllala, asegurándote de que la punta de la herramienta de cadena descanse sobre el eje. Luego aprieta la herramienta de cadena suavemente hasta que sienta un punto apretado, en este punto solo da una vuelta más y afloja tu herramienta de cadena. Esta manipulación permite no quitar completamente el pasador del enlace, lo que hará que sea más fácil volver a ensamblarlo.

Una vez que tu cadena esté abierta, puedes liberarla del conjunto de transmisión.

Usar un desengrasante para cadena de bicicleta

Cuando el barro se ha asentado en la cadena de su bicicleta, se necesita una limpieza a fondo. Si el lavavajillas líquido es un buen sustituto, se recomienda el uso de un desengrasante especial para bicicletas.

Siéntate en una superficie protegida y usa guantes, la mayoría de los productos desengrasantes son agresivos para la piel. Luego, sumerje la cadena en desengrasante antes de frotar bien entre cada eslabón para eliminar todos los restos negros de grasa.

Finalmente, enjuaga tu cadena con agua para eliminar los últimos restos y sécala con un paño seco.

Si realiza una buena limpieza de la cadena de tu bicicleta, también tómate el tiempo para limpiar toda la transmisión para seguir así un buen mantenimiento de tu bicicleta.

Hay muchos desengrasantes en el mercado, ya sea en spray, biodegradables, etc.
En Decathlon hemos desarrollado un desengrasante de cadenas de bicicleta 100% vegetal. Nuestros equipos te aconsejan que lo apliques con un cepillo en tu cadena y tu transmisión para luego realizar una limpieza efectiva.

Cómo lavar mi transmisión: Cassette, platos, desviadores

No es necesario que desmontes la rueda trasera, pero si tienes una bicicleta de carretera con frenos de disco, protégelos con un paño antes de manipularlos.

El primer paso es colocar tu bicicleta en un soporte de trabajo o al menos encontrar una manera de estabilizar cuando trabajes en ella. A continuación, impregnar todas las partes de la transmisión con el producto desengrasante.

En cuanto a la cadena, frote a fondo con un cepillo y/o un paño todas las partes - haciendo hincapié en el cambio trasero - para eliminar la capa de grasa y los residuos de la carretera.

¿Cómo montar tu cadena de bicicleta limpia?

Una vez que tu cadena ha sido desengrasada, enjuagada y seca - y todos los demás elementos de la transmisión también - debes volver a montarla antes de la etapa de lubricación.

Si tienes un eslabón rápido en tu cadena, la operación es fácil: simplemente pon cada parte de extremo a extremo y forzando un poco el eslabón rápido estará de nuevo en su lugar. En cambio, si tu cadena no tiene un eslabón rápido, tendrás que volver a utilizar el tronchacadenas como para el desmontaje. Si dejó un extremo pequeño del eje dentro de las cadena como se recomienda durante el desmontaje, será más fácil volver a montar.

Vuelve a juntar los dos extremos de tu cadena, el extremo pequeño del eje te permite mantener los eslabones en la posición correcta. Luego, coloca la deriva de la cadena de modo que la parte que se atornilla empuje el eje hacia el eslabón. A continuación, puedes atornillar hasta que el eje del eslabón sobresalga como en los otros eslabones.

Lubricación de la cadena: el método paso a paso

Como te decíamos, seguir un buen procedimiento de lubricación hace que la transmisión rinda mucho mejor, los cambios sean más suaves y el desgaste se minimice. Te vamos a explicar con todo detalle cómo hacerlo paso a paso.

Lo primero de todo será situar la bicicleta con estabilidad, bien en un soporte o directamente en la pared, y cambiar a la corona más pequeña delantera y piñón más pequeño trasero para así facilitar el acceso a la cadena. Si no tienes soporte ni pared cerca, puedes pedirle a alguien que te ayude a levantar la bici. Lo importante es que la rueda trasera no toque el suelo. Después de esto, mueve la bici hacia atrás lentamente, aplica el lubricante escogido en cada uno de los rodillos de la cadena y entre los eslabones. No únicamente en la superficie externa, también en el interior del eslabón que es donde se produce la ficción. Haz un par de giros completos con la cadena y deja que el lubricante penetre durante unos minutos. Cuando haya pasado ese tiempo, retira el exceso de lubricante con ayuda de un paño o microfibra. ¡De hecho, demasiada lubricación conduce a una acumulación más rápida de suciedad!

Último paso. Es hora de realizar un pequeño y simple test: pedalea unos metros y escucha al corazón de tu bicicleta. Si la cadena suena suave, los cambios están bien y no hay vibraciones, todo está correctamente. ¡Buen trabajo! Pero si hay ruidos o notas algún crujido, habrá que revisar todo de nuevo porque es probable que la cadena aún esté sucia o falta lubricante interno.

Este método es válido para todas las bicicletas: city bike, e-bike, road bike, mountain bike, etc.

¿Y para mi bicicleta de asistencia eléctrica?

Y sí, las bicicletas eléctricas con motores intermedios tienen un juego de bielas libre e incluso si pedaleas en sentido inverso, ¡la cadena no se moverá!

Para lubricar adecuadamente su transmisión, puedes colgar la bicicleta en un soporte de trabajo o hacer que otra persona te ayude a cargar la bicicleta mientras pedalea hacia adelante.
¡Recuerda lubricar el interior de la cadena y no el exterior!

*Video en francés pendiente de traducción al castellano

¿Qué lubricante elegir para la cadena de mi bicicleta?

Algunos lubricantes son más adecuados que otros para determinadas condiciones climáticas. Tómate el tiempo de leer las ventajas de cada producto según su uso: ambiente salino, exposición frecuente a la lluvia, ambiente seco y polvoriento, etc.

Dependiendo de su práctica, encontrará el lubricante que mejor protegerá su cadena y transmisión. Las opciones más habituales son los lubricantes húmedos (ideales para clima lluvioso o condiciones de barro), lubricantes secos o tipo cera (perfectos para clima seco o con polvo) y cera o parafina. Estos últimos son lubricantes más premium que requieren de una limpieza previa más profunda, pero que a su vez te ofrecen una mayor durabilidad y limpieza interna de tu cadena. 

Las condiciones climáticas también tienen un efecto sobre la frecuencia con la que cambia su lubricante. Por ejemplo, cuando llueve regularmente, probablemente necesitará lubricar su cadena con más frecuencia.

Una buena limpieza de tu cadena, y de todo tu sistema de transmisión, es fundamental para el mantenimiento de tu bicicleta. No solo ganarás en eficiencia de pedaleo, sino que también mejorarás la vida de tu bicicleta.

Errores comunes al lubricar la cadena y cómo evitarlos

Incluso cuando se hace con la mejor de las intenciones, muchos ciclistas, entre ellos nosotros, hemos cometido en alguna ocasión errores que reducen la eficacia del lubricante o incluso acaban aumentando el desgaste. Desde aplicar el lubricante sobre la cadena sucia hasta utilizar demasiado producto, mezclar diversos tipos de lubricantes sin haber limpiado antes, no retirar ese exceso o no adaptar la elección del producto a la frecuencia de uso o a las propias condiciones de tu bici.

Evitar cada uno de estos errores te permitirá que la lubricación sea mucho más eficaz y que tu transmisión funcione suave durante mucho más tiempo.

Beneficios de una cadena bien lubricada

Rendimiento, silencio y ahorro. Puede sonar muy técnico, pero las ventajas que te da una cadena lubricada bien hecha son palpables. Sentirás cómo tu bici rueda mucho más suave, los cambios de marchas serán más precisos, no escucharás ningún ruido indeseado, prolongarás la vida útil de otros componentes como el cambio o la cadena y evitarás, por supuesto, averías inesperadas.

Conclusión de todo esto, lubricar la cadena no es solo una tarea más dentro del listado de mantenimiento de tu bicicleta, es una función clave que marcará tu diferencia a la hora de disfrutar de tu pasión, el ciclismo.

... Y si hiciese falta reparar

¡Siempre puedes acceder a la web de nuestro servicio postventa! Aunque una cadena bien lubricada puede durar bastante, llega un momento que es necesario reemplazar por una nueva. El alargamiento o estiramiento de la cadena es uno de los signos más claros de que esto está ocurriendo. La mejor forma de detectar esta situación es mediante el uso de herramientas medidoras de desgaste de cadena o, simplemente, comprobando si los eslabones están holgados.

Al final, cambiar una cadena a tiempo es mucho más económico que cambiar por completo toda la transmisión. Así que no te la juegues y si empiezas a notar algo extraño, acércate a cualquiera de nuestras tiendas y te ayudaremos.
Aquí encontrarás todos nuestros consejos, tutoriales y repuestos para reparar y mantener tu bicicleta. 

Pon en marcha cada uno de los pasos que has aprendido hoy y a la más mínima duda, te esperamos en el servicio postventa.

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