¿Cuándo cambiar las zapatillas de running?

¿Cuándo cambiar las zapatillas de running? Claves que indican su desgaste

Hay dos tipos de corredores: los que llevan el calzado al límite y los que cambian de zapatillas como si fueran camisetas. Pero en realidad, ¿cuándo llega el momento de renovar el calzado? Te lo contamos todo lo que necesitas saber.

Cuando encuentras un modelo de zapatillas que te va bien, es complicado desprenderse de ellas. Llevar a cabo un buen mantenimiento permite alargar su vida útil, pero tarde o temprano, el uso prolongado y la acumulación de kilómetros, hará que la suela se desgaste. En este artículo, te contamos qué factores influyen en la vida útil de las zapatillas.

1. Factores que influyen en el desgaste de las zapatillas de running

Si tomamos como referencia un único par de zapatillas y las sometemos a un determinado kilometraje, podemos obtener diferentes resultados en función de las características de cada corredor. Estos son algunos de los criterios de desgaste.

➡️ El peso del corredor

La carga en la suela de una zapatilla de running es de 5 a 8 veces el peso del corredor. El cálculo es sencillo: entre dos personas la carga soportada puede diferir en unos cientos de kilos. Cuanto más peso reciba la suela, más rápido se apelmazará y perderá su amortiguación.

➡️ El tipo de zapatilla

La elección de la zapatilla también es importante:

-Una zapatilla de entrenamiento con mucha amortiguación y una suela densa es más resistente.
-Una zapatilla de running más ligera con una suela menos densa se deteriorará más rápido.

El precio no influye para nada en la durabilidad de la zapatilla, es la cantidad y la densidad del material de la suela lo que define el desgaste.

➡️ La duración de las salidas

Con el mismo kilometraje, si realizas una salida de 3 horas, tus zapatillas se deteriorarán más rápido que si haces tres salidas de 1 hora. El apelmazamiento de la espuma durante un período de tiempo prolongado influye negativamente en la capacidad para recuperar la densidad en reposo.

➡️ La frecuencia de las salidas

En base al mismo número de kilómetros, la frecuencia de las salidas influye en el apelmazamiento de la suela. Cuanto más frecuentes sean las salidas, menos margen tiene la suela para recuperar su forma inicial.

➡️ La zancada del corredor

Cada persona tiene una técnica de carrera diferente: unos desgastan más rápido la zona del talón, otros la zona de la puntera, etc. Por lo general, las zapatillas de running se desgastan más rápido si el corredor tiene una zancada vertical.

➡️ La edad de las zapatillas

Los materiales de construcción las zapatillas de running se deterioran con el paso de los años, incluso sin usarlas. Por lo tanto, las viejas zapatillas que tienes guardas en el armario no tendrán la misma resistencia y amortiguación que un par recién comprado.

➡️ El mantenimiento de las zapatillas

El mantenimiento influye significativamente en la vida útil de las zapatillas de running: recomendamos no usar ni lavadora ni secadora. Es preferible un lavado a mano de forma regular y un buen enjuague cuando sea necesario. Evita secar las zapatillas a pleno sol o cerca de una fuente directa de calor.

¿Cuándo cambiar las zapatillas de running?

2. ¿Cómo saber si mis zapatillas están desgastadas?

La apariencia no es suficiente para juzgar el desgaste de tus zapatillas. Más allá de los posibles desgarros o roturas en el tejido mesh, existen varios indicadores que son buenas guías para saber cuándo es necesario cambiar de zapatillas:

El estado visual de la suela: desgaste irregular en ciertas áreas y una suela que se ha alisado con el tiempo.
Apelmazamiento de la suela: visualmente la suela parece tener arrugas, tiene menos drop y amortiguación que antes.
Las sensaciones: cuando sientas las asperezas bajo de la puntera, es hora de cambiar las zapatillas.
Malestar y dolor: no esperes a sentir dolor en los pies, las articulaciones o los músculos para cambiar las zapatillas.

3. ¿Cuántos km de media puedo hacer con unas zapatillas?

Los fabricantes de zapatillas de running tienen diferentes estimaciones sobre la vida útil de sus productos. A veces, es complicado diferenciar lo verdadero de lo falso, pero siempre existe el hecho de que el desgaste depende de la actividad, la regularidad de la práctica y el tipo de terreno.

La mejor solución es multiplicar el número de kilómetros que haces a la semana por el número de semanas entre la compra y el desgaste completo de tus zapatillas. Si no sales a correr de forma regular, utiliza una aplicación de entrenamientos para calcular el número de kilómetros recorridos desde la fecha de compra de las zapatillas.

4. Elegir tus próximas zapatillas de running

Ya sea para las competiciones o los entrenamientos, la elección de unas zapatillas de running debe hacerse en función de la zancada, el peso del usuario y las características técnicas de la zapatilla. Estos son los criterios que debes seguir a la hora de elegir tus nuevas zapatillas de running:

➡️ Las características técnicas de la zapatilla

Toma como referencia la amortiguación, la estabilidad, el peso, el impulso, la flexibilidad y el drop de la zapatilla a la hora de comparar diferentes modelos. Haciendo una ecuación rápida entre tu nivel de práctica, sensaciones y las características de la zapatilla, podrás centrar rápidamente tu búsqueda.

➤ En el caso de las zapatillas de entrenamiento deberás priorizar la amortiguación y el drop. Son menos ligeras pero más robustas que unas zapatillas de competición.

➤ Por el contrario, si buscas modelos dinámicos, renunciarás a la amortiguación en favor del impulso y la flexibilidad. Estos modelos están pensados para ayudarte a encontrar tu ritmo de carrera.

No siempre es sencillo orientarse, especialmente si estás iniciándote en el mundo del running. En este caso, haz de la comodidad una prioridad. El descubrimiento de este deporte no suponer dolor para tus pies y articulaciones. Para acompañarte en tus primeras salidas y entrenamientos, opta por unas zapatillas de running que cuenten con una buena amortiguación y que no aprieten, aunque eso suponga coger 1 o 2 tallas más.

➡️ El peso del corredor

El peso es un factor que influye en el desgaste de las zapatillas y en particular en el apelmazamiento de la suela. Cuanto más pesado sea el corredor, más se apelmazará la suela en el momento de posar el pie. En este caso, es importante priorizar la amortiguación y la estabilidad. En este sentido, un corredor más ligero puede utilizar zapatillas más flexibles y con menos amortiguación.

➡️ La zancada del corredor

En función de cómo sea el apoyo del pie en el suelo, podemos distinguir entre tres tipos de pisada diferentes:

Pronadora: con una inclinación del pie hacia el interior.
Neutra: cuando el apoyo se realiza sobre la superficie central del pie.
Supinadora: cuando el apoyo se realiza sobre el exterior del pie.

Existen modelos específicos para cada tipo de zancada. Para saber qué categoría te corresponde, puedes ir a un especialista para realizar un estudio de la pisada u observar la suela de tus zapatillas usadas, que estarán más o menos desgastadas en la parte interior, exterior o central de la suela.

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