Barefoot para el deporte

Cabe destacar los siguientes beneficios al utilizar calzado descalzo:

1. Mejora la postura al caminar y correr de forma que también ayuda a reducir la tensión en la espalda y los músculos. Una mala postura tiene un impacto negativo en la salud de la columna vertebral que puede verse agravada en la práctica deportiva. Al mantener una mala postura el cuerpo se carga de manera desigual lo que puede llevar a un acortamiento de los supositorios, un aumento de la tensión muscular, un desgaste más rápido de las articulaciones y dolor.
   
2. Contribuye al fortalecimiento muscular de los pies, las piernas y el core ya que permite que los pies tengan más libertad de movimiento. Esto puede mejorar también la estabilidad y la fuerza general. Además, no hay que olvidar que con el calzado descalzo todo el pie trabaja de forma que la reacción en cadena hace que se fortalezca toda la extremidad inferior y salva las articulaciones de cargas desiguales.
   
3. Mayor sensación de conexión con el suelo a consecuencia de sus suelas delgadas que permiten sentir mejor la superficie que pisamos. Nuestros pies están estrechamente relacionados con dos sentidos: el tacto y la propiocepción, que es la capacidad de nuestro cuerpo para percibir la posición de sus partes, el movimiento y la fuerza en el espacio, sin necesidad de la visión. La planta de los pies y el abdomen de los dedos cuentan con una gran cantidad de terminaciones nerviosas que mandan información directa al cerebro acerca de la superficie sobre la que caminamos. De esta manera, puede evaluar la situación, ajustar la tensión de los músculos, trabajar las articulaciones o reaccionar con el centro de gravedad del suelo para no perder el equilibrio en terrenos desiguales.
   
4. Reducción de lesiones como los esguinces o las tensiones musculares gracias a promover una marcha más natural y una mejor postura.
   
5. Alineación de los dedos con una mayor y mejor extensión ya que su puntera es más ancha. Esto, además, puede ayudar a prevenir problemas como juanetes y dedos en martillo.
   
6. Se consigue una mayor movilidad y flexibilidad en los pies y las articulaciones ya que permiten que los pies se muevan de manera más libre. El calzado barefoot permite que el pie trabaje naturalmente involucrando todas sus partes, de forma que este se fortalece. Y la suela flexible se adapta a la flexibilidad propia del pie. Todo esto se traduce, finalmente, en una mejor movilidad y flexibilidad en pie y tobillo.
   
7. Mejora el equilibrio y la estabilidad ya que las zapatillas minimalista permiten que los dedos de los pies se extiendan como un abanico al moverse. Con esta distribución de los dedos el cuerpo consigue una mayor superficie de soporte mejorando así el equilibrio y la estabilidad.
   

Los beneficios que acabamos de ver también se trasladan al ámbito deportivo proporcionando una mejor estabilidad, rendimiento y eficacia de movimiento además de contribuir a un mayor número de calorías quemadas entre otras ventajas.

Además, la libertad de movimiento se traslada también a las piernas lo que se traduce en articulaciones más sanas, una mejor postura e incluso la curación de dolores relacionados con las piernas.

La utilización de unas zapatillas inadecuadas puede afectar negativamente al pie y a la salud general ya que cada parte del cuerpo se ve afectada por la reacción en cadena, de forma que a menudo se puede sufrir un dolor crónico que se origina en los pies. Al reemplazar el calzado normal por el barefoot el pie no se ve oprimido y no sufre, por lo que no hay razón para el dolor.

Otra de las ventajas es que contribuye a una mejor distribución del peso corporal, algo muy importante cuando practicas deporte, ya que permite una mejor estabilidad y se reduce la fatiga de las piernas además de evitar sobrecargas y posibles lesiones.

Todos estos motivos invitan a utilizar barefoot para hacer deporte, sin embargo, este calzado minimalista también cuenta con desventajas a tener en cuenta como la adaptación inicial necesaria o que no son aptos para todos los terrenos.

Para evitar posibles lesiones derivadas de un mal uso del calzado minimalista es necesario llevar a cabo una transición coherente y adecuada a las particularidades de cada persona.

Hay que tener en cuenta que, con sus suelas más finas también existe una menor amortiguación lo cual implica un mayor trabajo de los arcos plantares.